Martin Sheen lleva una larga trayectoria actoral, pero muchos lo recordarán más claramente por su papel en Grace y Frankie. Ahora, el actor estadounidense se confesó en Closer Weekly sobre una parte importante de su identidad.
Sheen de 81 años, conversó con el medio y aseguró que le hubiese gustado mantener su nombre, Ramón Estévez, en lugar de cambiárselo hace varios años en pos de su carrera profesional en la industria del cine.
Martin, quien inició en las tablas con Hamlet, explicó que su padre, Francisco Estévez, nacido en España, nunca quiso que se dedicase al mundo del espectáculo pero que «no se le puede culpar».
«Mi padre era una persona muy práctica. Trabajó en una fábrica durante la mayor parte de su vida adulta y quiso que fuese a la universidad y aumentara las posibilidades de ganarme la vida mejor que él», aseguró.
«Tuvimos algunos enfrentamientos muy, muy dolorosos al respecto», continuó Sheen. Sin embargo, su padre terminó aceptando sus aspiraciones como actor, y recibió su apoyo y el de su madre, Mary Ann Phelan, oriunda de Irlanda.
A partir de ahí, y en busca de que su carrera despegara, decidió americanizar su nombre con la intención de encontrar más oportunidades, lo que en la actualidad considera como uno de sus mayores arrepentimientos.
«Nunca me cambié el nombre oficialmente. Sigue poniendo Ramón Estévez en mi partida de nacimiento. Figura en mi partida de matrimonio, en mi pasaporte y en mi carnet de conducir», reveló el actor.
«A veces uno se deja convencer cuando no tiene la suficiente perspicacia, o incluso el suficiente valor, para defender aquello en lo que cree y lo acaba pagando más adelante», aseguró. «Por supuesto, hablo únicamente por mí».
Por otro lado, los hijos de Martin, Emilio Estevez y Charlie Sheen, también decidieron seguir sus carreras como actores, y aunque él no se percató de este deseo ni cree haber tenido influencia, si intentó hacer todo lo posible para que ellos mantuvieran su nombre.
«La única influencia» ejercida sobre su hijo Emilio fue la de mantener su nombre, porque «cuando empezó su agente le aconsejó cambiárselo a Sheen y no quiso hacerlo. Y yo le agradezco a Dios que no lo hiciese».