La tarea de la candidata de ultraderecha y a la presidencia no era fácil. Dicen que los extremos no son buenos y Le Pen lo sabe. A través de su campaña se preocupó no solo de manifestar un programa enfocado en el poder adquisitivo, sino también en suavizar la imagen de su tendencia política. Y, según los resultados de esta primera vuelta, cumplió el objetivo con creces.

El próximo 24 de abril, Le Pen y Macron se verán nuevamente las caras y la distancia que hoy los separa es bastante menor que en años anteriores. Este fin de semana, Macron obtuvo el 27,6% de los votos, mientras que su oponente el 23,4%. Y en tercer lugar, cerca de la líder de Agrupación Nacional (RN), quedó el candidato de izquierda Jean-Luc Mélenchon con un 22,0%.

“Nunca he estado tan cerca de la victoria”, aseguraba hace un par de semanas la candidata RN, de 53 años. Y es que la última vez no solo los porcentajes fueron evidentes, sino también quedó catalogada como “agresiva” y de “falta de preparación”.

Abogada de formación, se presenta como una agricultora, amante de los gatos y soltera. Es madre de tres hijos y se ha divorciado dos veces. Por otro lado, se separó de su última pareja y vive con una amiga de infancia que la recibió en su casa.

De llegar al Palaci del Elíseo, Le Pen se convertiría en la primera presidenta de Francia y lograría el deseo de la ultraderecha de volver a la presidencia luego de décadas. Preservando la imagen extremista del partido desde que tomó en 2011 las riendas del entonces Frente Nacional (FN), fundado por su padre.

En su programa ha hablado sobre su deseo de frenar la inmigración, combatir el islamismo y aumentar el poder adquisitivo de los franceses. Medidas que argumentan su proyecto de dar la prioridad a lo nacional y el derecho francés. En el caso de combatir la ideología islamista, reservar la ayuda social a los franceses y prohibir el velo en espacio público aparecen como propuestas.

Por otro lado, busca suprimir el permiso de residencia para extranjeros que no hayan trabajado en el último año, y expulsar a los  extranjeros. En el plano económico, promete rebajar el IVA de energías como combustibles, gas y electricidad, privatizar la radiotelevisión pública, eximir del impuesto de la renta a los menores de 30 años y duplicar la ayuda a madres solteras, entre otros. Propuso, también, adelantar la edad de jubilación y no retrasarla como su oponente Macron.

Y en el caso de su posición frente a la guerra de Rusia con Ucrania, ha manifestado que no está de acuerdo con las sanciones que ha tomado Europa en contra del país invasor.