Mariana di Girolamo asistió al Festival de Cine de Venecia. En 2020, la actriz caminó por primera vez la alfombra roja (por Ema, filme dirigido por Pablo Larraín) y este jueves volvió a verse radiante en el mismo evento, esta vez por El Jockey.
Si le interesa, le contamos que la película del director argentino Luis Ortega sigue la historia de Remo Manfredini, un legendario corredor cuyo comportamiento agresivo comienza a eclipsar su talento y amenazar su relación con su novia. El día de la carrera más importante, que lo salvará de las deudas, sufre un accidente y deambula por las calles de Buenos Aires mientras que su mafioso jefe lo busca vivo o muerto.
La actriz definió su paso por el festival de cine como “un momento único que no hubiera sido posible sin el talento y apoyo de quienes me acompañaron”. A revista Velvet, le cuenta que “siempre me pongo un poco nerviosa, eso no se quita. Pensé que por ser una segunda experiencia estaría más relajada, pero es difícil, jajajá. Es loca la ciudad, hay un tema con los vaporetto, los taxi acuáticos y cómo movilizarse. Es un lío”.
Di Girolamo posó para los fotógrafos y sorprendió primero con un vestido blanco de Maison Chanel. Luego, para el estreno de la cinta, mostró un traje negro y pedrería de la misma marca. “Qué hermosa”, escribió Lux Pascal en la publicación de Instagram. También recibió piropos de Kika Silva y Leonor Varela.
Mariana, ¿qué tal el recibimiento?
“Conocí todo el tema de la conferencia de prensa y me sentí tranquila. La prensa fue amable e hicieron preguntas interesantes. Tuvimos una linda complicidad con el equipo”.
Hay otros chilenos en Venecia como el director Pablo Larrain. ¿Tienen la oportunidad de juntarse y aprovechar la ocasión?
“Hoy (este jueves) me crucé Juan De Dios Larraín (el hermano de Pablo Larraín)porque tienen el estreno de María. Espero estos días, un ratito, encontrarme con la delegación chilena y celebrar el cine latinoamericano”.
Compartes pantalla con la española Úrsula Corberó. ¿Cómo ha sido la experiencia?
“Trabajar con ella fue increíble. Nos conocimos en los ensayos y es una mujer muy vibrante con mucha energía. Tiene una mente muy positiva, muy bella, con mucha ganas de trabajar. Ambos quisimos nutrirnos de la invitación que nos hizo el director, de despojarnos de nosotras mismas, de quiénes somos, de las mañas que adquirimos como actores. Fue un real placer trabajar con ella y pasar esos días en Buenos Aires”.
¿Y con el actor argentino Nahuel Pérez Biscayart?
“Es un hombre muy profundo, de mucha sabiduría y políglota. Vive en Atenas, Grecia, y estaba muy maravillada con las decisiones de vida que ha tomado, cómo ha forjado su carrera. Fue muy generoso conmigo. Es una persona que me genera mucho interés. Me tocó compartir poco con el mexicano Daniel Giménez Cacho, pero es una bomba”.