Revista Velvet | Mamá modelo (del crimen): La influencer que daba consejos de crianza y terminó presa
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Mamá modelo (del crimen): La influencer que daba consejos de crianza y terminó presa

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Mamá modelo (del crimen): La influencer que daba consejos de crianza y terminó presa

POR Lucy Willson | 10 mayo 2024

Fama, redes sociales, secta e hijos amarrados en un sótano marcan la historia de Ruby Franke, una madre perfecta que entregaba consejos sobre crianza en internet. Y que recientemente horrorizó a Estados Unidos cuando uno de sus hijos menores escapó y contó lo que sucedía puertas adentro.

“Momfluencer” es la popular categoría con la que se clasifica a miles de mujeres que usan plataformas de Internet para entregar consejos para llevar la casa y familia. Y la estadounidense Ruby Franke (42) era parte de ese universo con videos –ya eliminados– en su canal de YouTube llamado “8 Passengers” (“8 pasajeros”). Allí compartía cómo educaba a los niños en casa y su estricto método de crianza –denunciados ya en esos días al servicio de protección infantil, que no hizo nada– como dejar a los menores sin comida, amenazar con descabezar peluches si se portaban mal y quitarles las camas por meses, entre otros castigos. Eso la ‘distinguió’ del resto, le dio una avalancha de seguidores y también miles de dólares en alianzas comerciales. Un sueño para cualquier influencer, pero que tuvo el más rudo despertar cuando Russell (12), el penúltimo de sus seis hijos, huyó y reveló el terrorífico estilo de vida en este clan mormón liderado por la atractiva rubia en Utah. Ahora ella duerme en prisión, con una sentencia de hasta 30 años por cuatro cargos de abuso infantil.

Ruby y su marido Kevin Franke –de 45 años, ingeniero y profesor universitario– partieron en 2015 la aventura del vlog (videodiario) “8 Passengers”. Poniendo frente a la cámara también el mundo de sus hijos: Shari (20), Chad (18), Abby (16), Julie (14), Russell (12) y la pequeña Eve (10). El registro y la fanaticada fueron creciendo, pero la relación de ellos se fue deteriorando. Es en ese momento cuando entra a sus vidas Jodi Hildebrandt (54) como consejera matrimonial, quien pronto se convertiría en la gatillante del giro oscuro en la familia hacia una religiosidad extrema. Hoy ella también cumple cárcel.

Esta mediadora pronto se convirtió en socia de Ruby. Mientras el matrimonio se separaba definitivamente en 2022. En paralelo al quiebre, los seguidores se dieron cuenta de que la hija mayor, sospechosamente, ya no era parte del show.

RELIGIÓN Y TORTURA

En su nueva etapa como mamá separada, la popular vlogger se mudó con Jodi Hildebrandt a una millonaria casa, desde donde armaron proyectos y crearon una nueva producción en que ambas aparecían como coaches de “mental fitness”: @moms_of_truth en Instagram, cuenta activa y con más de 300 mil seguidores.

Todo se maneja de manera discreta en este lujoso vecindario con vistas al rojizo desierto. Algo que repentinamente cambia el 30 de agosto del año pasado, cuando unos vecinos escuchan que tocan el timbre. Miran por la cámara y ven a un delgado niño que, pese a una apariencia increíblemente frágil, muy educadamente les ruega que llamen a la policía. Era Russell, aún agitado tras escapar de su ‘hogar’.

El dueño de casa sale y ve que la muñecas y tobillos del inesperado visitante todavía tienen cinta adhesiva. Russell les pide agua y el adulto telefonea llorando a las autoridades, describiendo la situación. Llegan patrullas y ambulancias. Por fin, quedarían atrás jornadas de tortura.

Tragedia que un par de años antes ya había dado señales de alarma. Mientras Hildebrandt aconsejaba a los Franke (dato no menor es que todas las parejas atendidas por ella se separaron) se involucró emocionalmente con ellos. Tanto así que se fue a vivir con la familia tras “ser poseída por el demonio” y recibir la “intervención” de un jefe de la iglesia mormona. La misma que la alejó hace meses cuando aparecieron testimonios de sus manipulaciones y peligrosa forma de vivir la fe.

Pasaron los meses y, ya separada y viviendo en la casa nueva con esta religiosa socia, Ruby empieza aplicar castigos más violentos sugeridos por la exmediadora. Tras su arresto, admitió en la Corte haberles dicho a sus hijos que eran “malvados y poseídos”.

Entre las penitencias que los menores que vivían con la ‘momfluencer’ tenían que cumplir, estaban caminar descalzos sobre espinosos cactus, aguantar el hambre y nutrirse con lo mínimo que les entregaban, pararse bajo el sol del desierto por horas y no tomar agua, recibir golpes, además de ser atados de pies y manos en el sótano. Todo para alejarse del demonio. La maldad era a tal nivel que, de acuerdo con el testimonio del fugitivo Russell, Hildebrandt le ponía pimienta en las heridas. Perversas.

Tras el arresto, la dupla llegó a la Corte. Se declararon culpables y al cierre de febrero recibieron sus sentencias por abuso infantil agravado, las que llegan a un máximo de 30 años, pese a que cada uno de los cuatro cargos con los que fueron acusadas podía alcanzar a los 15 años. La razón es que en Utah hay un máximo para estar en prisión.

¿El padre? Kevin Franke no fue acusado de ningún cargo y afirmó que llevaba más de un año sin posibilidad alguna para acercarse.

Lo que pudo terminar ahí y seguir sólo en reportes de apelaciones en la prensa tuvo nuevos capítulos hace pocas semanas, cuando se dio a conocer el diario que mantenía Ruby Franke y los videos con Russell pidiendo ayuda y el gran operativo policiaco que entró a la mansión siniestra para arrestar a las dos mujeres. Además de encontrar y rescatar a Eve (en esa fecha de sólo 9 años).

El registro escrito en papel por la vlogger señalaba con su puño y letra que sus hijos eran “engendros de Satán” y sobre el pequeño fugitivo, “se desliza y se escabulle buscando oportunidades cuando nadie está mirando. Si quiere emular al ‘Salvador’ debe ser 100% obediente. Sin vacilar ni esconderse”.

Mayor impacto logró el video que da cuenta del estado de Russell al llegar donde los vecinos, en el que se advierten sus heridas y fragilidad. Y también las imágenes con la activación policial y el recorrido por la inmensa casa que evidencia el ambiente de angustia de los uniformados al no poder hallar a Eve.

Finalmente, la pequeña aparece dentro de un walking closet, donde un funcionario la acompañó por cuatro horas, le dio dos pizzas grandes y líquido, hasta que la niña se sintió a salvo para ir con él a la superficie. Al igual que su hermano, una ambulancia la trasladó a toda velocidad hacia el hospital. Escalofriante.

Así, surgieron las primeras declaraciones del resto del clan, lideradas por Shari, hija mayor. Y quien hace un par de años se desconectó de su familia y en su cuenta Instagram (@sharilfranke) había celebrado el arresto posteando: “¡Al fin!”. Días después de los nuevos videos, la universitaria se armó de valor para romper el silencio y pedir privacidad, en especial, a los medios, documentalista y productores de Hollywood.

¿Los cuatro hermanos menores? A salvo, acogidos por el Servicio de Protección Infantil. Las tres hermanas de Ruby Franke, quien por años las mantuvo sin comunicación con los niños, ahora están en directo monitoreo de los sobrinos.

Y, ¿qué pasó con la mansión de US$5 millones? Se puso a la venta y desató millones de visitas en la página web de Realtor.com. La historia es demasiado cruel como para no sentir curiosidad. Una demostración más para acordarse, especialmente en esta era digital, de aquella frase que dice: “Nada es como parece”.

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