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“Habría sido mejor no casarme”, expresó la reina del pop. Madonna acaba de cumplir 64 años y ahora, con la sabiduría propia de la edad, se declaró arrepentida de algunas de las decisiones tomadas durante su juventud. Especialmente de su segundo matrimonio, el de Guy Ritchie, el director británico con quien estuvo casada desde el 2000 hasta 2008.
Ya lo dijo en algún momento al periódico The Sun que se sintió “atrapada” mientras vivía en Londres con el padre de su hijo Rocco: “Había días en los que me sentía como si estuviera en la cárcel. No era libre de ser yo misma. Tienes que elegir estar con una persona que te acepte tal y como eres y se sienta cómodo contigo”. Años después ha vuelto a reiterarlo mientras respondía a las preguntas de sus fans en su canal de YouTube. “No, mis matrimonios no fueron la mejor de las ideas y hoy en día prefiero que me atropelle a volver a pasar por el altar”, aseguró convencida la gran diva de la música.
De hecho, aunque recordara amargamente su matrimonio con Ritchie, no es que su primera experiencia hubiese sido muy memorable. En 1989, cuatro años después de cruzar el altar junto con Sean Penn, Madonna presentó una denuncia por violencia doméstica en el que fue el último capítulo de su relación tras meses de disputas y muestras de celos y, al parecer, incluso golpes. No obstante, y tal vez por tratarse de su primer gran amor, Sean Penn sigue teniendo un lugar en su corazón y dice seguir queriéndolo a su manera, aunque reconoce que hubiese sido mejor “no casarse con él”.
Actualmente ha dicho que su “única obsesión es el sexo”, el que practica con entusiasmo con su nuevo novio Andrew Darnell de 23 años, y que siempre encuentra formas de reinventarse: “Si eres una persona curiosa y le prestas atención a tu vida, nunca dejarás de hallar nuevas ideas e inspiración”, les dijo a sus fans a través de su canal de YouTube. Pero no se acaban ahí las sorpresas. Según ella, “de no haber optado por el mundo del espectáculo me habría convertido en profesora”. De alguna manera, ha sido una maestra para toda una gran generación de mujeres que la han sucedido en la música.
