No todo podría ser tan positivo ni idílico en la vida de Luis Miguel. El éxito de su nueva gira y una relación cada vez más consolidada con Paloma Cuevas, han provocado que descuide sus obligaciones como padre. Y es que su ex, Aracely Arámbula, lo denunció ante la Fiscalía de Ciudad de México por pensiones impagas de sus hijos durante los últimos cuatro años, algo que el juez ya le obligó a pagar.
Por este motivo es que el cantante depositó en septiembre pasado la suma de 1,2 millones de euros en una cuenta bancaria por concepto de pensión de alimentos. La ex pareja, que mantuvo una relación entre 2005 y 2009, fruto de la cual nacieron Miguel y Daniel, mantienen este proceso legal, donde además se filtró el rumor de que el Sol de México no mantiene una relación con sus hijos tan fluida como antes.
“Tiene que estar más cerca de sus hijos”, reclamaba la madre de los chicos en septiembre pasado, agregando que su condición de estrella no lo exime de sus obligaciones como padre. “Es un deudor de alimentos”, sentenció. Lo cierto es que el Juzgado de Ciudad de México citó al cantante a declarar la semana pasada, pero el artista no se presentó, alegando compromisos profesionales, solicitando cambio de fecha para diciembre.
Araceli Arámbula lamenta que el cantante esté distante de sus hijos quienes tampoco asistieron a la boda de su hermana Michelle Salas. Según la ex del cantante, los chicos no asistieron porque su padre no lo permitió. Recordemos que el Sol de México asistió junto a Paloma Cuevas a la boda y además hizo de padrino en la ceremonia. Por su parte, Luis Miguel respondió a Arámbula a través de su abogada, quien confirmaba que el cantante no quiere otra cosa que estar junto a sus hijos y poder resolver este conflicto de una buena vez.