Durante cuatro décadas el llamado “Sol de México” ha conquistado a millones de personas, convirtiéndose en una leyenda viviente por su talento, sus canciones y, digámoslo, por sus escándalos personales. Pero lo que hoy nos tiene acá es celebrarlo por sus cuatro décadas de meteórica carrera musical, llena de hitos y éxitos, que desentrañaremos a lo largo de este artículo. lo que nos ocupa esta vez es su carrera musical.
La historia musical de Luis Miguel comenzó cuando era niño. Su padre, Luisito Rey se dio cuenta del talento de su hijo y se dedicó a manejar su carrera; ya sabemos lo que pasó y pudimos ver algo en la serie producida por la plataforma Netflix. A los 11 años cantó con su padre en un cabaret de Ciudad Juárez, mediante una invitación del actor Andrés García, que dejó impresionado al público. A esa misma ciudad, se presenta en televisión en el Canal 44 del país azteca con el mismo resultado: “La malagueña” fue la canción con la que demostró que era una estrella en potencia.
Ya en la Ciudad de México, su actuación en la boda de Paulina López Portillo fue el lugar y el momento que le ayudó a lograr su primer contrato discográfico. El 21 de enero de 1982, días después de aparecer en el programa de televisión Siempre en Domingo, Luis Miguel lanzaría su disco debut conocido como 1 + 1 = 2 enamorados, título de su primera canción.
Aunque en ese entonces había otras estrellas infantiles, él arrasó con su talento vocal, su seguridad escénica, el carisma y belleza física. La década de los 80 sirvió para establecer a Luis Miguel como la estrella pop que México no tenía. De esos años destacan los discos Directo al corazón (1982), Decídete (1983) y Palabra de honor (1984) con canciones que hoy son clásicos, en donde se suma el hit No me puedes dejar así.
Luego de un breve paso por el cine, con el drama Ya nunca más y Fiebre de amor, hasta cantar en cantar italiano y portugués, Luis Miguel reaparece en 1987 convertido en un adolescente de 17 años. Más guapo que nunca, luciendo músculos y un peinado muy abultado, el que usó como un tic durante buen tiempo, lanza el disco Soy como quiero ser. De ahí salieron éxitos instantáneos como Ahora te puedes marchar y Cuando calienta el sol. Al año siguiente, la gloria continuaría con Busca una mujer, donde Micky daba muestras de madurez con temas como Un hombre busca una mujer, La incondicional (y ese video que ya es icónico en la base aérea) y Fría como el viento.
Sería el comienzo de una nueva década cargada de éxitos y donde no aparecían serios competidores en el camino. Y es que Adele no fue la primera en titular con su edad uno de sus discos, primero lo hizo Luis Miguel en 1990 con 20 años, que tuvo como singles inolvidables hits como Tengo todo excepto a ti, Entrégate y Será que no me amas.
En 1991, el ídolo latino más importante hasta ese minuto da un salto trascendental y sin retorno en su carrera. Pasa de ser el ídolo de adolescentes a ser escuchado por toda la familia. Se trata de su incursión en los boleros con la trilogía de discos Romance, en colaboración con, entre otros, el maestro Armando Manzanero. Con una voz más madura y mayor sensibilidad, el artista logró revivir clásicos de antaño con arreglos modernos. Inolvidable, No sé tú, Contigo en la distancia, La media vuelta, El día que me quieras, Por debajo de la mesa, Bésame mucho, Amor, amor, amor, son algunos de los muchos títulos que lo ayudaron a mostrar otra faceta. Salió de su zona de confort y el resultado fue espectacular.
Entre los boleros, Luis Miguel continuó sacando discos de canciones pop, mientras ya se le criticaba que no cambiara mucho su estilo ni sus sonidos, a la vez que cada disco marcaba un hito mayor en ventas y sus conciertos se agotaban en cuestión de horas. Trabajos como América y en vivo (1992) y Aries (1993) con joyas como Ayer, Hasta que me olvides y Suave. Además de Nada es igual (1996), Amarte es un placer (1999) con singles como O tú o ninguna y Sol, arena y mar. Luego vinieron 33 (2003), Cómplices (2008) y Luis Miguel (2010), que son parte de una discografía esencial para el cancionero romántico pop en español.
La década pasada incursionó en la música de su país. Vestido de charro dio muestras de que también podía brillar en ese género musical, acercándolo más a su tierra. En 2004 lanza México en la piel y años más tarde lanzaría el que hasta ahora es su trabajo discográfico: ¡México por siempre! (2017). Discos que marcan una consagración pero también un cierto estancamiento musical y distancia con su público más internacional.
Era raro que Luis Miguel no tuviera su mentado disco navideño, es así como sus productores le recomiendan realizar el álbum Navidades (2006), que se ha vuelto un esencial para la época de las fiestas de fin de año. Otro compilado especial que no contamos, es quizás uno de los mejores discos en vivo de un artista pop latino, se trata de El concierto (1995).
Al día de hoy, y a pesar de los escándalos en su vida personal, es imposible no reconocer su legado musical. Con su voz y sus canciones ha acompañado a varias generaciones que han seguido fiel a sus pasos y que en el momento que decida regresar, de seguro llenarán sus conciertos y comprarán sus discos. La serie de Netflix ayudó bastante a reconocer su trayectoria y a renovarla hacia público más joven. Con 40 años en la música, el legado del Sol de México es irrefutable.