“No culpable”, así se declaró Luigi Mangione. Por estos días, el joven de 26 años, está siendo acusado de asesinato perpetrado como un acto terrorista por el fallecimiento de Brian Thompson, CEO de UnitedHealthcare.
El hecho ocurrió el 4 de diciembre frente al Hilton Hotel en Midtown Manhattan. Mangione fue arrestado el 9 de diciembre en un McDonald’s en Altoona, Pensilvania, después de que un empleado lo reportara por su comportamiento sospechoso. Mangione nació y creció en Maryland, aunque su última dirección conocida estaba en Hawái.
Fue valedictorian (el mejor estudiante de su generación) en la prestigiosa Gilman School en Baltimore y se graduó de la Universidad de Pensilvania en 2020 con títulos en ingeniería, computación y ciencias de la información.
Si es condenado por la justicia del estado, podría recibir pena de cadena perpetua sin libertad condicional. Pero por los cargos a nivel federal, técnicamente podría ser sentenciado a la pena de muerte.
Karen Friedman Agnifilo, abogada de Mangione, pidió aclaraciones sobre cómo funcionarían en simultáneo las acusaciones de esos dos ámbitos judiciales y calificó la situación de “muy inusual”.
La exfiscal del distrito de Manhattan, una destacada abogada defensora, aseguró que Luigi está “siendo tratado como una pelota de ping pong humana” y como “un desecho político” del que se están “aprovechando” las autoridades. También aseguró que estaba preocupada por su cliente “un chico joven, que no tenga un juicio justo”.
También criticó la “utilización” del caso de su defendido por el alcalde de Nueva York, Eric Adams, que estuvo presente en la llegada de Mangione flanqueado por agentes a la corte de Manhattan el jueves.
“Fue la mayor caminata (custodiada por agentes) que he visto en toda mi carrera. ¿Qué hacía allí el alcalde de Nueva York? Estos paseos son inconstitucionales”, aseveró la abogada.
Algo bastante peculiar es que Friedman Agnifilo está casada con Marc Agnifilo, uno de los abogados que representan al magnate de la música Sean “Diddy” Combs, y propietario del bufete en el que trabajan ambos abogados. Desde su detención en septiembre, Diddy está en prisión acusado de tráfico de personas, crimen organizado y prostitución. Combs niega haber cometido ningún delito.