Tiene 28 años pero sigue pareciendo una jovencita. “No es que sea fea, pero sé que no cumplo el estándar de belleza de Hollywood. Especialmente a los 16 años, con mis rizos rebeldes y mis dientes separados. Nada de eso ha cambiado. Sigo igual. Nunca pensé en ser la chica de la que todos se enamoran”, confesaba en una entrevista reciente Julia Garner. Quizás nunca pensó convertirse en la actriz que todos quieren. Todos, incluso Madonna, porque si vuelven a leer la cita anterior que declaraba la actriz, suena muy parecido a lo que confesaba la reina del pop en sus primeros años de carrera. No por nada la cantante la tiene entre las posibles para interpretarla en la gran pantalla, en una biografía sobre su propia vida que ella misma va a dirigir.
Tras su éxito en el thriller policial de Netflix, Ozark, donde interpreta a una joven con agallas socia de una familia de delincuentes, que le ha merecido dos premios Emmy, recientemente la vimos dando vida a Anna Sorokin, la estafadora que engañó a la élite neoyorquina en la serie, también de Netflix, Inventing Anna. “Es una responsabilidad ser la protagonista, pero muy emocionante”. Cuenta que cuando conoció en persona a Sorokin, quien está a punto de ser deportada a Alemania después de cumple su condena en prisión, “fue uno de esos momentos surrealistas que te pasan en la vida. Ella fue súper dulce, pude entender por qué le gustaba a la gente y la creían”.
Garner, que nació en el Bronx, hija de madre terapeuta que triunfó como actriz en su Israel natal y un padre pintor y profesor de arte de Ohio, no se metió en esto por vocación. Confiesa que se inscribió a clases de teatro para vencer su extrema timidez y ganar fluidez en el habla. “He sacado muchas cosas buenas de la interpretación. Y no me refiero a salir en tal o cual serie o película. Hablo de algo mucho más personal e íntimo. Encontré la ayuda que necesitaba para dejar de ser tan tímida y mejorar mi forma de leer y escribir. No hay muchas personas que puedan decir que la interpretación las haya salvado”, ha confesado.
Después de algunos pequeños papeles y muchas negativas en incontables castings, en 2017 llegó su gran oportunidad: la audición para Ozark. Ella tenía que ser Ruth Langmore. “Recuerdo haber pensado: Dios mío, este personaje es asombroso, tengo que conseguirlo y subirme a este bus”, le contó al medio especializado The Hollywood Reporter. Garner venía de hacer Tomato Red, una película que la había llevado a usar el acento de Missouri. Y ella pensó que ese acento sería perfecto para Ruth. Y vaya si lo fue. Su excelente interpretación, junto a Jason Bateman y Laura Linney, le permitió conseguir dos premios Emmy como Mejor Actriz de Reparto en el 2019 y en el 2020.
Hace dos años se casó con Mark Foster, el cantante y creador de la banda de rock indie Foster the People. “No planeaba casarme a los 25, pero no queríamos un compromiso largo. Si lo sabes, lo sabes”, asegura tajante. Julia no solo se ha hecho un espacio en la pantalla sino que su belleza singular ha cautivado a reputadas marcas de moda, que se pelean por vestirla. Actualmente es la embajadora de Swarovski y ha protagonizado los últimos lanzamientos de Kate Spade y Prada. También ha sido modelo para Miu Miu y Balenciaga y es una habitual en la codiciada primera fila de los desfiles de moda más importantes.