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“Lo increíble es que este campamento cambió el mundo y nadie conoce esta historia”, dice el sonidista Jim LeBrecht al comienzo del documental “Crip Camp: A Disability Revolution”. Una historia de la que él es parte –nació con espina bífida y no puede caminar– y que ahora estamos conociendo a través de Netflix. La producción ejecutiva es del presidente Barack Obama y su mujer, Michelle.
El comienzo del documental es con la música de “For what it’s worth” (1967), de Buffalo Springfield. El resto de la banda sonora tiene a Bod Dylan y a Neil Young (en solitario), entre otros iconos de la música y, por supuesto, de ese tiempo. Y es que esta historia es en 1971, cuando Woodstock (1969) estaba todavía en el aire y los jóvenes que fueron a este campamento de verano, llamado Jened, tuvieron la oportunidad de sentirse en su propio Woodstock. En la foto superior, a la derecha, con shorts y pañuelo al cuello, está Larry Allison, el fundador de Crip Camp.
Los consejeros eran un poco mayores que ellos; de espíritu hippie, tenían la empatía de tratarlos sin ninguna etiqueta. Capaces de reírse con naturalidad de lo cotidiano y sin ser mirados con lástima. Cada segundo que se ve en el documental muestra cómo le dieron vida a los corazones de inválidos, ciegos, sordos y con problemas motrices, entre otros.
Y no cabe duda que era eso lo que necesitaban. Ese campamento de 1971 les cambió la vida a cada uno de los adolescentes que como Jim, reconocido activista, asistieron. Y ellos a su vez, lo tomaron y lograron –con su lucha por los derechos de los discapacitados y las leyes de inclusión– cambiar su mundo. Y, de paso, el mundo entero.
“Crip Camp: A Disability Revolution” (o Campamento Extraordinario como también se le conoce) ganó como mejor documental por parte del público en el reciente Festival de Sundance. También ha sido sido aplaudido por la crítica (Variety, The Hollywood Reporter), por lo inspirador, su emotividad, trabajo de documentación y postproducción.
Este es el trailer. No te lo pierdas.
