El príncipe Andrés podría empezar a librarse del caso Epstein. O al menos del proceso judicial que se encuentra en pleno desarrollo en Nueva York. Su abogado afirmó que analiza una demanda civil por violación, ya que el acuerdo confidencial al que llegaron en el 2009 la demandante, Virginia Giuffre y el magnate Jeffrey Epstein, protege al propio Epstein y a otros involucrados de demandas adicionales de compensación por supuestos abusos sexuales. Ese sería el resquicio al cual podría ampararse el tercer hijo de la Reina Isabel II.

Epstein se ahorcó en su celda en agosto del 2019, cuando era procesado por cargos de tráfico sexual de menores. Tras su muerte, el juicio fue suspendido, pero las supuestas víctimas denunciaron a presuntos participantes en la conspiración, como Ghislaine Maxwell o el abogado Alan Dershowitz. Una de esas víctimas, Virginia Giuffre, presentó una demanda contra el abogado, que fue abandonada tras revelarse el acuerdo al que ella había llegado con el magnate. Luego, inició la demanda contra el Duque de York, con quien habría mantenido relaciones sexuales cuando tenía 17 años.

Según Andrew Brettler, quien ha defendido en los tribunales de Los Ángeles a actores acusados de delitos sexuales, la demanda de Giuffre «carece de base, no es viable y es potencialmente ilegal».

Por su parte, según su propia confesión, el príncipe Andrés niega haber conocido a Giuffre, a pesar de la existencia de una fotografía en la que aparece con ella y con Ghislaine Maxwell, en la vivienda de esta en Londres. Sus abogados pidieron al juzgado de Nueva York que le enviasen las preguntas por escrito. El hijo de la Reina nunca antes había sido representado en un tribunal.

La situación del príncipe Andrés generó un escándalo en Inglaterra y la monarquía obligó al duque a abandonar sus funciones públicas, desligarlo del resto de la familia y hacer una especie de cortafuegos. Curiosamente, es de amplio conocimiento que Andrés es el hijo favorito de Isabel II, una relación que incluso fue expuesta en la premiada serie de Netflix, The Crown. Luego de revelarse esta demanda, el duque de York concedió una entrevista a la BBC, que para muchos fue un lavado de imagen, sin embargo sus explicaciones no convencieron.