Lady Gaga reveló uno de los capítulos más complejos de su vida personal y profesional, marcado por exigencias artísticas, presiones internas y un camino de recuperación. En una reciente conversación con Rolling Stone, la artista detalló episodios que abarcan desde la filmación de A Star Is Born hasta el inicio de su relación con Michael Polansky, una etapa atravesada por salud mental frágil, adicciones y el peso de una carrera global.
“Hice ‘A Star Is Born’ tomando litio” señaló, revelando un contexto desconocido de un trabajo que marcó su carrera en 2018. Poco después, se embarcó en la gira Joanne, un proyecto que coincidió con uno de los momentos más duros de su vida. Allí, sufrió un brote psicótico que la obligó a retirarse de los escenarios.
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“Hubo un día en que mi hermana me dijo: ‘Ya no veo a mi hermana’. Y cancelé la gira”, contó. Ese mismo periodo la llevó incluso a buscar atención psiquiátrica. “Necesitaba tomarme un descanso. No podía hacer nada… Me desplomé por completo. Fue realmente aterrador”.
En retrospectiva, Gaga reconoce que no veía una salida posible. “Me siento muy afortunada de estar viva”, confesó. “Sé que puede sonar dramático, pero sabemos cómo pueden terminar estas cosas”.
El encuentro con Michael Polansky, a fines de 2019, coincidió con la preparación de Chromatica. Aunque el disco buscaba explorar la sanación, la artista atravesaba un estado personal mucho más complejo. “Estaba fumando tres cajetillas de cigarrillos, sentada en el porche todo el día”, recordó. “Estaba tan bien como podía estar alguien que fumaba marihuana todo el día, se tomaba un par de botellas de vino y se desmayaba”.
Polansky, empresario tecnológico y filántropo, también compartió su mirada sobre la artista en ese momento. “Lo que siempre noté fue lo despojada de poder que se sentía. No tenía control sobre su propia vida”, dijo. Sus palabras coinciden con la propia evaluación de Gaga, quien asegura que nunca había vivido una relación desde un espacio de calma emocional. “Él quería cuidarme, y nunca me habían amado de esa manera. Mi vida era algo serio para él. No era una fiesta. Me ayudó a ver que mi vida era valiosa“.
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La cantante, que hoy se describe como “una persona sana y completa”, continúa trabajando en un proceso que ha tomado años y que sigue moldeando su visión de la fama, el autocuidado y el amor. Su testimonio vuelve a poner sobre la mesa la importancia de la salud mental en la industria del entretenimiento, un tema que, según adelantó Rolling Stone, amplía en esta nueva etapa de su carrera.
