El teatro Queen Elizabeth Olympic Park de Londres fue el telón de fondo para un momento que pasará a la historia en el mundo de la música. Se trata del regreso de ABBA a los escenarios. La agrupación sueca integrada por Björn Ulvaeus, Anni-Frid Lyngstad, Benny Andersson y Agnetha Fältskog, estuvo separada durante cuatro décadas, pero se han vuelto a unir con un espectáculo llamado Voyage, que presentaron en grande y muy bien acompañados, antes de su estreno oficial que ya tiene entradas agotadas.
El cuarteto sueco estuvo acompañado, ni más ni menos que por los reyes de Suecia, además de cantantes como Kylie Minogue, la modelo Kate Moss y la actriz Keira Knightley, entre otros. No es extraño que el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia y la reina Silvia sean admiradores de la banda pop sueca, ya que la historia de ABBA y de ellos corren por caminos paralelos: la canción Dancing Queen fue interpretada por primera vez en la boda de los monarcas por allá por junio de 1976.
A pesar de esta ausencia de los 40 años sin material musical nuevo, los fans de ABBA han podido aminorar sus ansias de escucharlos a través de distintos formatos, como el musical de Broadway Mamma Mia!, que se montó en las tablas en 1999 llegando a tener 11 versiones diferentes alrededor del mundo y luego llegaría su versión cinematográfica, expandiéndose el fenómeno aún más y también a nivel etario. Es que gracias a Meryl Streep y Pierce Brosnan, hasta los más jóvenes cantaron sus canciones. En 2010, la banda ingresaría al Salón de la Fama del Rock and Roll por haber vendido en toda su carrera más de 400 millones de discos.
La nueva propuesta del icónico grupo sueco es un show nunca antes visto a nivel tecnológico. Sonarán las voces de sus cantantes, pero ellos no se subirán al escenario sino que aparecerán mediante hologramas conocidos como ABBAtars. “Pusimos nuestros corazones y nuestras almas en esos avatares y tomarán el relevo”, ha dicho Björn en entrevistas. Para conseguir que el público asistente los sienta cerca, tuvieron que pasar semanas cantando con sensores en el cuerpo, además del brillante trabajo de las cámaras de última tecnología que lograron rejuvenecer sus rostros y lucir como si tuvieran cuarenta años menos. “Creo que todos estamos muy contentos de estar de vuelta en Londres porque no he estado aquí en no sé cuántos años. Es tan agradable ver todas las caras, las expectativas y todo. Va directo a tu corazón”, expresaba Fältskog a las puertas del Abba Arena, el recinto construido de manera exclusiva para el espectáculo.
Al final del concierto, en el que se hizo un repaso de su trayectoria en 20 canciones tan conocidas y queridas como Chiquitita o Mamma Mia!, los miembros reales de Abba subieron al escenario a saludar y agradecer la gran acogida que había tenido el espectáculo. Desde anoche y durante los próximos siete meses, el espectáculo Voyage se presentará en este espacio creado para la ocasión llamado ABBA Arena y que tiene una capacidad para 3 mil asistentes.