Por segunda vez en el año, la artista Lizzo es demandada. Esta vez, por una diseñadora de moda que la acompañó durante su gira a principios de este año, y que se suma a las mismas acusaciones antes realizadas por sus ex bailarinas.
Con una historia muy similar a la demanda hecha por sus bailarinas en agosto de este año, Asha Daniels, la diseñadora involucrada, alega que durante la gira, los empleados se veían en la obligación de trabajar en un ambiente “racista y sexualizado”.
Ver esta publicación en Instagram
En la demanda contra la estrella, su productora, su jefa de vestuario y jefa de gira, Daniels, de 35 años, aseguró que hicieron comentarios racistas y gordofóbicos, y le negaron atención médica, lo que le provocó ansiedad y estrés postraumático.
“Me sentí como si viviera en un manicomio. Fue totalmente chocante”, dijo a NBC News. “Estaba escuchando a esta mujer en este enorme escenario con este mensaje de amor propio y cuidado de los demás”.
Ver esta publicación en Instagram
El mensaje era “ser empática, fuerte y defender a los demás”. Sin embargo, “estaba siendo testigo de cómo yo misma, los bailarines y los vocalistas de fondo y mi equipo local en cada ciudad éramos acosados e intimidados regularmente“.
Daniels afirma en la demanda que diseñó piezas personalizadas para los bailarines en la gira de Lizzo en septiembre de 2022. Y se le pidió que se uniera a la gira unos meses más tarde para ayudar a mantener los trajes en buen estado.
Ver esta publicación en Instagram
La diseñadora alega que estaba “deseando” trabajar con la cantante ganadora de un Grammy, de 35 años, ya que “admiraba sus valores”. Sin embargo, en lugar de eso se enfrentó a una oleada de “presunto acoso” por parte del equipo de Lizzo.
En la demanda, Daniels señaló que se incorporó a la gira en febrero y que a menudo tenía que trabajar turnos prolongados siete días a la semana, durante los cuales supuestamente “se le negaban descansos”.
Daniels, reveló que al principio recibió instrucciones de no interactuar nunca directamente con Lizzo para no ponerla “celosa”. Y se le dijo que no debía “vestirse de forma atractiva” delante de la cantante de Good As Hell.
Ver esta publicación en Instagram
Daniels también aseguró que el equipo de Lizzo, compuesto principalmente por hombres blancos, “miraba lascivamente, se burlaba y se reía” mientras las bailarinas negras se apresuraban a cambiarse de ropa sin apenas privacidad.
“Lizzo es la jefa, así que la responsabilidad es suya”, dijo el abogado de Daniels, Ron Zambrano, en un comunicado. “Ella ha creado un ambiente sexualizado y cargado de racismo en sus giras”.
Y aseguró que al parecer “su personal directivo considera que aprueba tal comportamiento, y así continúa sin control. Lizzo sin duda sabe lo que está pasando pero elige no poner fin a esta conducta repugnante e ilegal y participa ella misma“.