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“Juntos podemos salir de la tormenta”, con estas palabras la recién nombrada primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, toma el liderazgo del gobierno. Es la tercera mujer en ocupar dicho cargo y la primera en compartir nombre con la reina Isabel II.
A sus 47 años, Mary Elizabeth Truss, fue nombrada por Boris Johnson como su sucesora tras dimitir de forma oficial al cargo. Hoy es comparada con Margaret Thatcher, a quien Liz interpretó con siete años en una simulación de las elecciones en su colegio. Sin embargo, es una comparación que le frustra.
Nacida en el seno de una familia izquierdista, fue funcionaria de los últimos tres gobiernos conservadores. Y, su hermano, ha dicho a la BBC que a la familia le gustaban los juegos de mesa, pero que la joven odiaba perder, por lo que solía desaparecer antes que arriesgarse a perder.
Basándose en su historia familiar, durante la campaña puso en duda su apoyo. “Pienso que mi madre lo hará, no estoy segura sobre mi padre”, admitió.
Truss sigue la línea política de su predecesor, a quien alabó por liderar el Brexit. Hasta ahora, la militante del partido Conservador se desempeñaba como ministra de Asuntos Exteriores y su protagonismo dentro del gobierno de Johnson creció con la invasión de Rusia a Ucrania.
Truss es la tercera mujer en convertirse en primera ministra del Reino Unido tras las también conservadoras Margaret Thatcher y Theresa May. Y durante su campaña fue apodada como la candidata true blue (“de fiar”).
Según el perfil realizado por The Guardian, Truss ingresó en el partido Conservador en 1996. Y al año siguiente conoció al que sería su futuro marido, el contador Hugh O’Leary. Se casaron cuatro años después, y a sus 22 años de matrimonio le suman dos hijas adolescentes, de 13 y 16 años. Y, como dato curioso, la propia primera ministra ha explicado que ellas son las encargadas de llevarle las redes sociales.
Pero como todo primer ministro británico, no esta exenta de polémica. Cinco años después de haber dado el “Sí”, protagonizó uno de esos escándalos político-sexuales al estilo británico y que la hizo aún más famosa. Tuvo una relación extramatrimonial durante un año y medio con un colega de la Cámara de los Comunes que salió a la luz durante la campaña de reelección de 2010. Sin embargo, su matrimonio sobrevivió y todo se convirtió en una anécdota.
Elegida por primera vez como diputada en 2010, Truss ha ocupado varios cargos de gabinete en las últimas tres legislaturas (Johnson, May y Cameron). Su primer cargo fue el de secretaria de Estado de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales de 2014 a 2016, bajo el liderazgo de David Cameron. Este último, se vio obligado a dimitir tras la votación del Brexit en 2016. Por lo que Truss se incorporó al gabinete de Theresa May como secretaria de Estado de Justicia y Lord Canciller. Esto, un logro histórico, ya que se convirtió en la primera mujer en ostentar este título en sus mil años de historia. Para luego pasar a convertirse en secretaria principal del Tesoro.
En 2019, apoyó a Johnson para que se convirtiera en primer ministro. Y él la recompensó nombrándola secretaria de Estado de Comercio Internacional, para luego terminar como la ministra de Asuntos Exteriores que consiguió la liberación de dos ciudadanos británico-iraníes que habían sido arrestados y detenidos en Irán, entre otras cosas.
Con la invasión de Ucrania por parte de Rusia, Truss cobró más protagonismo que nunca, y su papel como ministra de Asuntos Exteriores la hizo conocida a nivel mundial. Pero también, enfrentó críticas al respaldar a ciudadanos británicos que querían ir a pelear a Ucrania.
Por su parte, Truss afirma que recortará los impuestos desde el primer día en su cargo: “Bajo mi liderazgo, recortaría los impuestos desde el primer día para tomar medidas inmediatas que ayuden a la gente a hacer frente al aumento del coste de la vida”.
“Como su Primera Ministra, confío en que juntos podemos salir de la tormenta, reconstruir nuestra economía y convertirnos en la Gran Bretaña moderna y brillante que sé que podemos ser”, escribió junto a su nueva residencia en el número 10 de Downing Street.
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