La modelo y figura televisiva Lisandra Silva cree que la maternidad es la experiencia más asombrosa y mágica que vive una mujer. Por eso, embarazada de su primer hijo, quiso cumplir el sueño de fotografiarse como “Mamma Africa” en un homenaje a sus raíces.
Lisandra Silva se ve plena, feliz y finalmente segura en su nuevo cuerpo: “Por algún motivo yo me miraba al espejo y veía celulitis, retención hídrica, ojeras y cansancio… Pero en el trabajo y en las redes sociales todos me decían ‘Qué hermosa, qué radiante, qué luminosa tu piel, qué hermosa sonrisa’ y esos piropos me han hecho creerme el cuento. ¡Me veo increíble embarazada!”.
– Para estas fotos tu intención era lograr un concepto muy autóctono, y a la vez muy contingente, que tiene que ver con el respeto por lo auténtico, una vuelta a las raíces. ¿De dónde surge esa inspiración?
– Yo soy cubana pero mis orígenes están divididos. Mi familia tiene sangre africana y sangre española. Amo la unión entre las razas y entre los pueblos y quise hacerle un homenaje a mis ancestros. Tengo una gran admiración por su tradición, su música y su cultura.
– ¿Crees que los estándares de belleza efectivamente han cambiado en Chile?
–Ha cambiado no sólo en Chile sino en el mundo. Hoy, en las pasarelas y en las revistas, podemos apreciar mujeres reales de carne y hueso, plus size, altas, bajas, con pecas, rubias, morenas, albinas, algunas con discapacidad y hasta embarazadas. Eso me causa mucha satisfacción.
Lisandra está más sensible que de costumbre. Su voz es extremadamente dulce y sus movimientos parecen perfectas coreografías capturadas por el lente de su amiga Javiera Eyzaguirre: “Durante el photo shooting llegó Raúl –Peralta, su pareja– e hicimos una imagen que me fascinó. Me hacía mucha ilusión que estuviéramos los tres en la foto. Me recordó la película Avatar, donde la conexión con la familia y la naturaleza es lo único y primordial. Cuando hicimos esa foto sentí que me teletransportaba a un mundo así… el mundo ideal para mí”.