Dentro del amplio portafolio de vinos que posee Castillo de Molina, una verdadera joya brilla con luz propia: Tributo Gran Reserva. Esta excepcional línea rinde homenaje a la indiscutible calidad que emana del incansable trabajo, dedicación y las riquezas de los Valles de Colchagua y del Maipo. Y destaca por poseer una mayor concentración, teniendo como resultado vinos más elegantes gracias a que cuenta con 12 meses de crianza en roble francés.
Una experiencia enológica única, que cautiva los sentidos con sus taninos suaves y elegantes, un sabor placentero y persistente, con vinos que demuestran la calidad que caracteriza a todo el portafolio de Castillo de Molina y que logran reflejar a la perfección las bondades de las zonas agrícolas más destacadas del país.
Esta elegante línea está presente con dos icónicas cepas:
Castillo de Molina Tributo Gran Reserva Cabernet Sauvignon, el que está elaborado con las mejores uvas provenientes de los mejores viñedos de Viña San Pedro, destaca por su intenso y oscuro color violeta y elegante nariz con aromas a frutos rojos como cerezas negras, arándanos y grosellas, que se entremezclan con sutiles notas a vainilla, especias, cedro y tocino, los cuales armonizan y complejizan el vino. En boca es jugoso, lleno de frutas negras con taninos presentes y armoniosos de gran volumen y largo final.
Este vino es ideal para acompañar carnes rojas, cerdo, cordero, quesos fuertes y curry de zucchini y berenjenas. Servir preferentemente entre 16° y 18°C.
Castillo de Molina Tributo Gran Reserva Carmenere, destaca a primera vista por su color rojo intenso, con matices violáceos, limpio y brillante. En nariz, se perciben aromas a frutos negros, como la ciruela, mora y arándanos, entremezclado con leves toques de frutas rojas, como la guinda y cereza. Es fresco, tiene toques vegetales como el pimentón, resaltan las especias como la pimienta rosada y clavo de olor, coronado por suaves toques de vainilla, canela y cacao, que provienen de su guarda en barrica. En boca posee gran volumen, con una rica acidez, taninos elegantes y suaves, redondo en paladar, percibiéndose una perfecta integración entre la barrica y el vino, lo que da paso a una agradable y larga persistencia.
En cuanto a maridaje, este vino es muy versátil, ideal para quesos de pasta semi-dura, carnes rojas de cocción lenta, carnes de ave y cero, comida típica chilena, pastas con salsa suaves, vegetales asados y una opción vegana como un cremoso de mote con pimientos asados. Servir preferentemente entre 16° y 18°C.
Una Experiencia Única en Cada Botella
Más que un acompañante para celebraciones y momentos especiales, la línea Tributo de Castillo de Molina representa una invitación a disfrutar el momento con una experiencia única y excepcional en cada copa. Descubre la distinción y calidad que solo Castillo de Molina puede ofrecer.
Castillo de Molina te invita a disfrutar del aquí y el ahora junto a su línea más selecta. Porque en cada botella de Tributo, encontrarás un homenaje.