Lily Allen realizó una confesión antes de que termine el 2024. En el podcast Miss Me? que realiza con su mejor amiga Mikita Oliver, la cantante habló de su salud mental y de los problemas que ha tenido los últimos tres años desde que se mudó a Nueva York con sus hijas Ethel Mary, de 13 años, y Marnie Rose, de 11, y su marido David Harbour.
“He estado pasando por un momento difícil en los últimos meses y comer se ha convertido en un problema”, admitió la cantante de hits como Smile y LDN. “Mi terapeuta y yo hablamos de ello y ella me pregunta: ¿Cuánto tiempo lleva sucediendo esto?. Y yo le respondí: Bueno, unos tres años en realidad”. Y ella me respondió: “Está bien, ¿por qué no lo habías mencionado antes?.
La artista británica reveló que el problema no está en su lista de prioridades porque simplemente tiene TDAH y simplemente no es buena hablando de esos temas. “Y además, mi cuerpo y mi cerebro son dos cosas muy separadas para mí. Sé que mucha gente siente que esas dos cosas están muy conectadas entre sí, pero para mí es muy diferente. Paso mucho tiempo en mi cabeza y no mucho tiempo pensando en mi cuerpo”, admitió ella.
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La cantante resumió que no está en un buen momento mental y además confesó lo siguiente: “No estoy comiendo. No tengo hambre. Obviamente tengo hambre, pero mi cuerpo y mi cerebro están tan desconectados entre sí que mi cuerpo… los mensajes de hambre no pasan de mi cuerpo a mi cerebro”.
Sin embargo, Lilly Allen dijo que no estaba evitando la comida, pero que jamás piensa en ella. Solo come cuando alguien se lo recuerda o le preparan comida. Además puede “pasar largas horas sin comer” porque suele estar distraída con sus hijas.
En 2021, su baja de peso sacó titulares. No obstante, la artista negó los rumores de un desorden alimenticio. “Nunca me has visto dos años completamente sobria, sin fumar y haciendo ejercicio todos los días”, dijo en ese momento.