La Fundación Archewell del príncipe Harry y Meghan Markle fue la gran promesa de que luego de la renuncia a los privilegios monárquicos, la pareja iba a convertirse en celebridades comprometidas para lograr “un cambio en el mundo”. Después de los muchos problemas de lanzamiento que tuvo esta organización, los duques de Sussex han hecho público su “Informe de impacto 2020-2022” que revela que en los primeros años de funcionamiento lograron recaudar casi 12 millones de euros y distribuir casi 3 millones en subvenciones para múltiples causas.
Según describe el informe, a través de la colaboración con otras entidades, Archewell ayudó a adquirir 12,6 millones de vacunas para el COVID-19, reubicó a más de 7.400 personas de Afganistán y a un número indeterminado en Ucrania, repartió 50.000 comidas a personas en riesgo de hambruna, desarrolló una guía que aborda la “masculinidad positiva”, construyó un patio de juegos para niños en Uvalde, y ayudó a financiar a 13 académicos para “abordar las preocupaciones urgentes en las redes sociales” en la Universidad de Harvard.
El nombre de la fundación hace referencia a su primer hijo, Archie Harrison Muontbatten-Windsor, y a la palabra de origen griego arché, que significa fuente de acción, principio del universo o fuerza motora. Los duques de Sussex anunciaron pocos días después de su renuncia que iban a constituir una organización con la intención de desarrollar una nueva forma de “lograr un cambio y complementar los esfuerzos realizados por otras fundaciones a nivel mundial”.
Con sede en Beverly Hills, Archewell no es una fundación sin fines de lucro. Es una combinación de organizaciones comerciales y benéficas, pues también incluye las divisiones mercantiles con fines de lucro que se enfocan en la producción de contenido en medios, como Archewell Audio y Archewell Productions, las entidades bajo las que Harry y Meghan mantienen contratos millonarios con Netflix y Spotify.
Los contratos con estos dos gigantes del streaming fueron la salvación del príncipe Harry y Meghan Markle cuando llegaron a Los Ángeles después de su exilio con mucho estatus pero con muy poca liquidez económica. Pero fueron también estos contratos los que acabaron por dinamitar su posición como miembros trabajadores de los Windsor. En un primer momento se señaló que debido a estos contratos los Sussex perdían la imparcialidad necesaria para el ejercicio del servicio público en Reino Unido. Y tiempo después se vio que en el marco de esos contratos, los Sussex generaban una crisis en el Reino Unido por las revelaciones sobre la familia real británica.