No solo los cantantes y rockeros tienen sus condiciones para los conciertos que hacen de país en país. También los actores los Hollywood tienen curiosas exigencias que conoceremos en este artículo muy sabroso. No por nada cargan con la etiqueta de divos y estrellas.
Robin Williams: Pocos días después de su muerte en agosto de 2014, un productor televisivo reveló la generosa cláusula que el comediante exigía antes de aceptar participar en cualquier evento o película: “La compañía que quisiera contar con él debía contratar también a varias personas sin hogar y ofrecerles un trabajo”.
George Clooney: Más de cien mil euros desembolsaron los responsables de Gravity para que el co-protagonista del filme (junto a Sandra Bullock) se sintiera en el set de filmación como en su propia mansión. Clooney pidió que le instalaran una cancha de basquetbol, un jacuzzi, un jardín privado y una cabaña de playa junto a su camarín. Los productores de la película dirigida por Alfonso Cuarón rentabilizaron la inversión cosechando hasta siete premios Oscar.
Julia Roberts: La ganadora del Oscar por Erin Brockovich exige encontrar en su camarín hasta 15 litros en botellas de la marca de agua francesa Evian sin importar el lugar del mundo en el que se filme la película. De no complacer tal requisito, la productora podría verse obligada a pagarle a la intérprete una compensación económica de hasta seis ceros.
Jack Nicholson: Los Ángeles Lakers han sido el gran amor en la vida del legendario actor y en cada uno de sus rodajes el intérprete reclamaba que se le dejara acudir a cada partido como local del equipo de baloncesto (su asiento a nivel de cancha es un icono de la NBA). También prohibió que cualquier miembro del equipo técnico luciera prendas con el logo de su rival más enconado de la liga, los Boston Celtics.
Jennifer Lawrence: Tal fue la exigencia emocional del rodaje del thriller Madre! de Darren Aronofsky, que la ganadora del Oscar pidió tener un lugar en el que liberar toda la tensión acumulada ante la cámara. Lawrence contó con lo que ella misma calificó como “una tienda de campaña Kardashian”, a la que acudía durante los descansos para ver episodios del reality televisivo protagonizado por el clan. Era “mi lugar feliz”, añadió.
Johnny Depp: Los ex representantes del actor revelaron que, durante la grabación de la última película de la franquicia Piratas del Caribe, Depp exigió la contratación de un ingeniero de sonido para que le fuera recitando a través de una sonoprompter el diálogo de Jack Sparrow y no tener así que memorizar sus frases. Este uso indiscriminado de los apuntadores por parte de Depp parece ser una práctica habitual en su carrera desde hace años.
Will Smith: Las quejas constantes de los vecinos del SoHo obligaron a las autoridades de Nueva York a retirar el gigantesco camarín instalado para comodidad del actor durante el rodaje de la tercera entrega de Men in Black. El vehículo, de dos pisos y 120 metros cuadrados, está valorizado en más de un millón de euros y cuenta hasta con gimnasio. Una exageración, pensando que el departamento privado de Will Smith se encontraba apenas a un par de manzanas del set de filmación.
Uma Thurman: Aunque la película nunca llegó a rodarse, el contrato que ligaba a la actriz de Pulp Fiction con la adaptación cinematográfica de la novela Eloise en París suscitó polémica por lo minucioso del mismo. Thurman se reservó derecho de veto sobre el director, guionista y reparto del proyecto, un camarín de lujo, tres teléfonos móviles y un 50% de descuento sobre los vestidos y las pelucas que debía lucir durante el rodaje.
Tom Cruise: Una fuente anónima desveló en 2013 al tabloide Daily Star que el protagonista de Misión Imposible, conocido por prescindir de los dobles de acción en multitud de tomas, tiene una petición muy concreta antes de realizar él mismo las escenas más complicadas. Cruise exigía tener a su disposición decenas de tangas para poder realizar con total libertad los movimientos de acción más exigentes.
Jennifer Lopez: La estrella del pop tiene especial predilección por el color blanco y exige que tanto las paredes como suelos de la habitación en la que se hospeda, así como el resto del mobiliario, sean tan albos como la nieve. Otra leyenda jamás confirmada del todo sobre la diva del Bronx afirma que cualquier empleado que arriesgue a pedirle un autógrafo será despedido de inmediato.
Samuel L. Jackson: Dos días libres a la semana para jugar al golf: esa es la condición presente en cada contrato firmado por el actor para acceder a rodar cualquier película. Teniendo en cuenta que Jackson es considerado como una de las estrellas más rentables de Hollywood (más de 13 mil millones recaudados en 120 películas), complacerlo con este hobby parece merecer la pena.
Ben Affleck: Una simple gorra de béisbol casi lleva a la basura una de las películas más taquilleras de 2014. Durante el rodaje del thriller Gone Girl, Ben Affleck detuvo la grabación varios días por negarse a lucir una gorra de los New York Yankees, acérrimo rival de sus amados Boston Red Sox. Tras pelear con el director de la cinta, David Fincher, el actor logró salirse con la suya y aparecer con la gorra del otro equipo de béisbol neoyorquino por excelencia, los New York Mets.