Sin lugar a dudas, este es un año consagratorio para el director Christopher Nolan. Quien ha demostrado ampliamente sus habilidades como cineasta, pero de quien, últimamente, han trascendido algunas excéntricas y curiosas reglas en los rodajes de sus películas.
Los actores que trabajan con él deben enfrentarse a un conjunto de conductas que van más allá de lo tradicional en la industria del cine. Y el punto de inflexión para que el director tuviese que adoptar estas estrictas medidas fue durante el rodaje de Batman Begins.
Curiosamente, el director siempre ha estado desconectado de los avances tecnológicos. Esta cualidad suya, contraria a los procesos de digitalización, fue uno de los incentivos para que Robert Downey Jr. aceptase su papel en Oppenheimer, ya que según las palabras del propio actor, Nolan reemplazó las “38 llamadas telefónicas” por una entrevista personal en su casa en Los Angeles.
Una de las reglas que más llama la atención es la prohibición del uso de smartphones en el set de filmación. De hecho, el propio Christopher Nolan no posee teléfono móvil ni dirección de correo electrónico, ya que según expresó a la revista People, “Me distraigo fácilmente, así que no quiero tener acceso a Internet cada vez que estoy aburrido”.
Lo de los teléfonos en el set es un detalle que el propio realizador confirmó. “Los teléfonos se han convertido en una gran distracción y la gente trabaja mucho mejor sin ellos. Al principio, causa dificultad, pero realmente les permite concentrarse en lo que están haciendo”, sentenció.
La falta de sillas es otra particularidad que ha llamado la atención. Anne Hathaway, quien trabajó con Nolan en The Dark Knight Rises y en Interstellar, contó que el realizador nominado al Oscar “no permite sillas, y su razonamiento es que si hay sillas, la gente se sienta, y si están sentados, no están trabajando”. Esta política, aunque puede parecer incómoda es parte del enfoque metódico y disciplinado que Nolan busca mantener en sus producciones.
Otra regla sorprendente es su aversión a los descansos para ir al baño durante los rodajes, y es que considera que son una manera de desperdiciar el tiempo en las ya apretadas agendas de grabación. Cillian Murphy, protagonista de Oppenheimer, confirmó que el director “no simpatizaba con las pausas para ir al baño”. El propio Robert Downey Jr. confirmó que Nolan estipula dos horarios inamovibles durante la jornada de grabación para ir al baño.
No obstante todas estas particulares reglas, los actores que han trabajado con quien actualmente es el director del momento, elogian su enfoque y aprecian la atmósfera única que crea en el estudio de grabación. Downey Jr describió la experiencia como “súper relajada, dentro de un formato disciplinado”.