Hasta último momento se especuló si la actual temporada de Ted Lasso en emisión era la última. Al comienzo de esta tanda de 12 capítulos (más que en las temporadas anteriores, y con mayor duración), su propio creador y protagonista, Jason Sudeikis, dejaba ver en entrevistas que la comedia ganadora del Emmy llegaba a su fin al final de este tramo. Su último capítulo llamado inequívocamente So long, farewell, no deja lugar a dudas.
Después de tres temporadas, es bueno hacer un repaso de cuáles fueron las claves del éxito de una comedia que fue lanzada en pleno año de la pandemia, y que por su adorable tono, fue un baño perfecto de humanidad y buenas intenciones, algo que necesitábamos para creer. Sí, “believe”, como terminó siendo el concepto base de esta serie original de Apple TV Plus.
Ted Lasso ha conquistado a público y crítica. Ha logrado dos Globos de Oro a Mejor Actor de Comedia y ocho Premios Emmys. Entre ellos, los de Mejor Comedia de Televisión durante dos años consecutivos. Y aunque su masividad es relativa, teniendo en cuenta que la plataforma de streaming Apple TV Plus no ha logrado capturar una alta suscripción de usuarios, la popularidad de esta ficción sobre un equipo de fútbol inglés de segunda división, no ha dejado de crecer.
Tanto es así, que ya se especula respecto a la posibilidad de que exista una suerte de spin-off de este show. O sea, una serie derivada de una de las tramas de Ted Lasso. Algo como lo que pasó con Breaking Bad y Better Call Saul. Pero más allá de lo que vaya o no a pasar, es necesario preguntarnos cómo es que surgió este adorable e ingenuo Ted Lasso.
Jason Sudeikis encarnó a Ted Lasso por primera vez hace una década para un anuncio de la cadena televisiva NBC Sports. El personaje nació de la combinación de dos premisas clásicas que siempre han gozado de popularidad en los guiones de comedia televisiva: la historia del “pez fuera del agua” y del llamado “choque de contextos”. Luego, apareció en varios sketches del célebre show de comedia Saturday Night Live, hasta que el propio Sudeikis se vincula con el guionista Brendan Hunt e inventan esta historia con la idea de conquistar a la familia. Una serie de tono amable, muy accesible y en apariencia muy sencilla, que construye mucho de su humor desde los estereotipos. Pero hay mucho más de lo que se ve en la superficie.
Las tres características principales en las que se construye el protagonista de la serie, que más que un DT de un equipo de fútbol es un coaching ontológico, son la bondad, el optimismo y la fe. Y eso queda demostrado en los primeros capítulos. La historia va así: Ted Lasso es un entrenador estadounidense de fútbol americano que no tiene ni idea del fútbol tal como lo conocemos por estos lados. Aun así llega al Richmond FC, un club ficticio de la segunda división inglesa. Aunque su inicio es duro, el entrenador se gana el respeto y el cariño de los jugadores del equipo, de los trabajadores del club, de su presidenta, de la prensa y de los hinchas.
Para cambiar el estado de ánimo de quienes le rodean, Lasso confía en pequeñas acciones que vayan transformando su entorno. Como las galletas que cada semana le prepara y le regala a la presidenta del club, Rebecca Welton, para mejorar su estado de ánimo. O la confianza que deposita en Nathan, el utillero del club, quien tiene ideas brillantes sobre estrategia futbolística.
Sin embargo, en su afán por intentar lograr la sanación y que su entorno sea mejor, Lasso guarda una gran depresión y que las manifiesta a través de crisis de pánico. Y es ahí donde el espectador entiende que todo tiene un precio. Ted termina asistiendo a la consulta de la doctora Sharon Fieldstone, la psicóloga que contrata el club. Y de esta manera descubrimos las fisuras de este afable y bondadoso hombre.
Con una segunda temporada, donde queda brillantemente expuesto el personaje de Jason Sudeikis, con sus vulnerabilidades y sus luces, y una tercera temporada que marca un quiebre en Ted y en su protegido, el utilero Nathan Shelley, a quien Ted le tiene tanta confianza que termina convirtiendo en un entrenador, y en un arranque de orgullo deja el equipo y termina contratado por otro, solo para vencer a Lasso. Sí, en algo parecido a Star Wars, Nathan se pierde en el lado oscuro de la fuerza.
Y quizás este personaje sea la gran excepción de la serie, porque todo el resto cambia para mejor. Las transformaciones de los personajes van hacia lo positivo. La serie es un cúmulo de valores deportivos que se podrían resumir en trabajo, entusiasmo, confianza y compañerismo. Ted Lasso es una serie para sentirse bien, para reír, echar una lágrima y sentirse mejor persona después de cada capítulo. O al menos intentarlo.
34 capítulos, 3 temporadas, una serie de premios entre los que se cuentan Globos de Oro, Emmys, SAG’s y Critics Choice, por nombrar solo algunos. La serie que nos salvó durante el confinamiento liberó anoche su capítulo final. Y aunque a primera vista sea “una serie sobre un equipo de fútbol”, lo cierto es que es mucho más que eso. Ted Lasso solo quiso dejar calentitos nuestros corazones. Y lo logró.