Los expertos coinciden en 8 claves:

#1: Compensar las calorías consumidas y gastadas
Está comprobado que un pequeño desequilibrio entre lo que se ingiere y lo que se quema puede hacernos engordar de 2 a 4 kilos al año, incluso si hablamos de 50 a 100 calorías. Y como comentamos anteriormente, lo sugerido por los expertos es compensar al día siguiente de un exceso. Mientras que en el día a día, no debemos consumir más calorías de lo que gastamos.

#2: Moverse
Nuestra rutina cotidiana debe incluir, como mínimo, 10.000 pasos por día y sumar alguna disciplina deportiva más de dos veces por semana. Además, aseguran que por cada hora de actividad sedentaria, hay que levantarse de la silla y moverse unos minutos.

#3: Aumentar la masa muscular
A diferencia de lo que muchos creen, hacer solo cardio no es la mejor alternativa. Y se deben realizar ejercicios de resistencia y con peso 3 veces por semana. No es necesario convertirse en fisicoculturista, puede ser incluso con el propio peso. Y es que en la práctica, mientras más músculo tenemos, más energía gastamos y el metabolismo se acelera.

#4: Reducir las porciones
Hay que tener en cuenta que se puede engordar incluso comiendo saludable. Y la razón es muy simple: si se ingiere mucha cantidad de comida, pero no hay un “balance negativo”, no es suficiente para adelgazar. Por o tanto, hay que focalizarse en el cuánto comer.

#5: Seguir la dieta mediterránea
Porque Es una de las más saludables e ideal para seguir a largo plazo. Según los especialistas protege del cáncer de mama y de la diabetes. Consiste en consumir a diario 2 raciones de verduras y hortalizas (una de ellas cruda, en ensalada), 3 frutas (como postre) y 1 porción de cereales integrales. Tres veces por semana se incluye 1 porción de legumbres, 1 de pescados grasos y 1 de frutos secos. El consumo de carnes rojas y blancas está limitado a una vez por semana (pero admite una copa de vino tinto por día).

#6: Primero lo crudo
Toda comida debería empezar por un plato de verduras, hortalizas o frutas sin cocinar. Esto, porque nos obliga a masticar más, lo que también nos da una mayor sensación de saciedad mucho más rápido.

#7: Manejar los tiempos
Si bien no se ha demostrado que comer cada 2 horas active significativamente el metabolismo, lo que sí se debe respetar son las cuatro comidas y evitar el picoteo. De esta forma se llega con menos hambre a las comidas principales.

#8: Dormir y descansar
Existe una relación directa entre el estrés, el sueño y el sobrepeso. Dormir bien es clave cuando se trata de adelgazar. La falta de sueño genera cambios hormonales y en el metabolismo, y puede derivar en un aumento de la ansiedad.