En un país donde el 89% de los trabajadores sufre burnout y a felicidad parece un bien escaso, el emprendimiento se alza como una solución efectiva. No sólo mejora la economía personal, sino que también contribuye a la salud mental y al bienestar de la sociedad. Aquí el por qué.
Algo tienen los emprendedores que los hace más entusiastas, optimistas y, en definitiva, más felices. Claramente, la energía que necesitan para emprender sus proyectos refleja una manera de ser que los hace ver más conformes con su vida. Y no es para menos: vivir del resultado del propio esfuerzo y comprobar que se tienen las capacidades para surgir marca el “espíritu emprendedor”.
Cuando Chile enfrenta una crisis de bienestar y salud mental, con estudios indicando que el 89% de los trabajadores del país sufre desgaste laboral (Burnout 2024, Laborum) y que el país sería uno de los más infelices del mundo (Ipsos 2022), ¿podríamos encontrar en el emprendimiento una clave para revertir esta situación?
Estudios internacionales han demostrado que éste no sólo mejora la estabilidad económica, sino también incrementa la felicidad y la salud. En medio de un nuevo Día Internacional de la Felicidad aquí tres razones:
Los emprendedores reportan mayores niveles de satisfacción personal: así lo indica un estudio de Entrepreneurship Theory and Practice (2022), que menciona que esta población posee mayores niveles de autoestima y satisfacción, ya que ser su propio jefe permite más flexibilidad, autonomía e incita el uso total de las habilidades personales. Al mismo tiempo, un estudio de la Universidad de Wharton (2012) en EE.UU comprobó que de 11.000 alumnos graduados de su programa de MBA, aquellos que habían emprendido manifestaban una alta satisfacción laboral, independiente de sus ingresos.
Los emprendedores tienen mejor salud física y mental en comparación con los empleados: investigadores del Journal of Occupational and Organizational Psychology afirmaron que los emprendedores poseen bajos niveles de presión arterial e hipertensión, menos visitas hospitalarias y reducida incidencia de enfermedades físicas y mentales.
¿Qué más suma a su felicidad? ¡Ver que su situación permea a las comunidades donde están insertos! Los emprendedores son el segundo grupo que más confianza entrega al país, tal como lo menciona un estudio de Ipsos 2023 que identificó que este segmento se destaca por su empatía, solidaridad y compromiso como buenos ciudadanos. Esto facilita la interacción con la sociedad. Es más, un estudio de la Baylor University y la Louisiana State University (2007), ambas de EE.UU., descubrió una interesante tendencia combinando data del Center for Control Desease y el US Census: a medida que aumenta el número de pequeños negocios en una comunidad, mejora la salud de ésta.
“Cuando emprendemos con propósito, nos sentimos vivos. No se trata solo de ganar dinero, sino de hacer algo que realmente nos motiva, nos apasiona y nos llena de energía. Un país con más emprendedores es un país con más gente feliz, por ende, todos terminamos siendo ganadores”, afirma Edgar Spielmann, presidente de G100.
El emprendimiento no sólo empodera a las personas, sino que también fortalece el desarrollo económico y social del país. En un escenario de bajo crecimiento económico proyectado en 2,2% para 2025, fomentar el emprendimiento podría significar un impulso clave para la innovación, la competitividad y la atracción de inversiones extranjeras. “Emprender no es sólo un camino hacia la independencia financiera, sino también una vía para alcanzar una vida más plena y saludable”, remata Spielmann.
