Es muy común escuchar a las personas hablar del vientre hinchado, y dentro de sus múltiples causas, a veces las cosas más simples pueden provocar dicho malestar.
De acuerdo a Clínica Mayo, “la distensión abdominal es la sensación de tener el estómago lleno. Se trata de un aumento visible o medible del tamaño del abdomen. La gente suele describir los síntomas del estómago como distensión abdominal, especialmente si no se alivian al eructar, expulsar gases o tener deposiciones”.
Si bien las causas pueden ser muchas, la hinchazón de vientre se puede aliviar con cambios en los hábitos que reducen las flatulencias, la sensación de pesadez e incluso un dolor abdominal leve.
Así como hay alimentos o situaciones que pueden general el vientre hinchado, hay quienes conviven con esto a diario. Y si no tienen que ver con una enfermedad digestiva en concreto, tipo colon irritable, intolerancia al gluten o la enfermedad inflamatoria intestinal, quizás hay que revisar algunos hábitos. Esto, porque no solo depende de lo que comemos, el sueño, el estrés, la forma de masticar y un ritmo de vida acelerado también pueden influir.
Mala calidad del sueño
No importa la cantidad, sino más bien la calidad. Puede que estés durmiendo las ocho horas sugeridas, pero si ese sueño no es reparado, puedes tener problemas a nivel de metabolismo. Es más, científicamente se relacionan el sobrepeso y la diabetes con un mal dormir. Esto, porque la falta de sueño ocasiona el aumento de hormonas relacionadas con el estrés, lo que influye en la acumulación de gas.
Entonces, si puede ser por estrés, se sugiere hacer cosas para bajar esos niveles. Usar plantas relajantes en tu rutina para conciliar el sueño, puede ser una buena opción para comenzar.
Exceso de televisión
El sedentarismo es el peor enemigo de la salud, pero también es el aliado perfecto de los gases, la retención de líquidos y el vientre hinchado. Por lo tanto, no es necesario que te inscribas en un maratón, sin embargo, hay que mantenerse activo en el día a día. Esto es, desde usar las escaleras, hacer la compra del supermercado en ves de pedirlo por internet y quizás caminar al trabajo o irte en bicicleta si es posible. Sumar una disciplina deportiva es lo ideal, pero también existen estar formas de “activar” tu rutina.
Masticar rápido y comer mal
Esto no solo hace que acumules más gas, también hará que comas más, ya que tu cerebro no es consciente de que está saciado. Entonces, lo ideal es comer lento y masticar bien la comida. En otras palabras, ser más consciente con lo que te echas a la boca.
Saludables, pero hinchan más
Si comes mucho brócoli, repollo o lentejas, es normal que sientas el vientre hinchado. Esto, porque el organismo tarda más en digerirlo y debido a si composición de olisacáridos, tienden a producir más gases. Y una de las técnicas para bajar ese efecto es dejarlas en remojo más de 24 horas o cocinarlas con una cucharada de bicarbonato. Si se trata de verduras, lo ideal es cocinarlas más tiempo.
¿Demasiada fibra?
La fibra es buena, pero tu organismo no está preparado para el exceso y eso te provocará gases. Incluso puede llegar a la diarrea. La recomendación son 25- 30 gramos de fibra al día, aprox. ¿Cómo saber si estoy bien en las porciones? Es tan simple como seguir la dieta mediterránea. Esto es, por ejemplo, incluir de pan integral en el desayuno, una porción de verdura o legumbres en la comida y en la cena, y come entre dos y tres piezas de fruta al día.
Problemas con el gluten que desconocías
Hay personas que no pueden digerir el gluten y sufren intolerancia o sensibilidad a este. Uno de sus síntomas es precisamente la distención abdominal, junto a otros como diarreas o estreñimiento, problemas articulares, dolores óseos, de cabeza, etc. Si tienes este trastorno, se debe eliminar el gluten de la dieta, pero tras consultar con un médico.
Intolerancia a la fructosa
El azúcar (o la fructosa) es otra sustancia a la que algunas personas desarrollan intolerancia. Y un tipo común de intolerancia es la sensibilidad a los carbohidratos como oligosacáridos fermentables, disacáridos, monosacáridos y polioles, los que corresponden al grupo denominado FODMAP, que provoca malas digestiones y vientre hinchado. En este caso debes consultar con un médico.
Intolerancia a la lactosa
En estos casos, las personas no pueden digerir el azúcar (lactosa) de alimentos como la leche o sus derivados porque carecen de una enzima, la lactasa, encargada de la asimilación de la lactosa. Cuando este ocurre, el azúcar llega intacto al intestino y se acaba generando gas. Sin embargo, la intolerancia a la lactosa es fácil de sobrellevar, ya que hoy no solo existen infinidad de productos a los que se les añade lactasa, la enzima que te falta, sino también, se pueden encontrar complementos alimenticios que tienen el mismo cometido.
Comer chicle
El chicle, si bien no ingiere y hay opciones sin azúcar, es un enemigo del vientre plano. Al masticarlo, el cuerpo ingiere aire, lo que causa la hinchazón del estómago y la sensación de incomodidad.
Gaseosas
Las bebidas con gas, incluso las que no contienen azúcar ni calorías, son causantes de la inflamación del vientre y de acumulación de aire en la zona abdominal. Si puedes evitarlas, es la mejor opción. Ahora, si las ganas son mayores, déjalas reposar para quitarle el gas o tómala despacio, y nunca con pajita.
Estreñimiento
Cuando el cuerpo no puede hacer digestión, las heces se quedan en el colon, el intestino delgado y el estómago se extienden, y se produce una acumulación de gases. Lo mejor para evitar esto es consumir la cantidad de fibra recomendada al día, así como también, beber entre seis y ocho vasos de agua al día y hacer ejercicio.
¿Te va a venir la regla?
El síndrome premenstrual (SPM) es otro factor en la hinchazón abdominal. Además de los otros síntomas como la falta de concentración, de memoria o la irritabilidad, las hormonas también influyen en la hinchazón. En este caso la opción es aliviar los síntomas, generalmente en la segunda mitad del ciclo. Y para ello se recomienda incrementa el ejercicio físico, la ingesta de agua y comer más ligero.