La princesa Diana está en todos lados. Su recuerdo está más vivo que nunca. Desde el estreno de la última temporada de The Crown con una joven Emma Corrin interpretándola, hasta el anuncio de una nueva Diana, Elizabeth Debicki, para una nueva temporada, donde hemos visto a través de imágenes que se han filtrado de la producción, el impactante parecido con la princesa y finalmente -y quizás de manera definitiva- ante el estreno de Spencer, con Kristen Stewart en manos de Pablo Larraín sumergiéndose en el rol de Lady Di. Lo cierto es que, como si nunca hubiese dejado este plano existencial, la integrante más emblemática y mítica de la monarquía inglesa impuso tendencias con su pelo. Un corte tan icónico como propio de ella, que con sus variantes y accesorios, acá queremos examinar con detención.
Así que nos sumergimos en los archivos, porque está claro que la princesa Diana tenía mucho que ofrecer en cuanto a tendencias de pelos y peinados y, en última instancia, ejemplificó el poder de un corte de pelo que cambia la vida. Ya explicaremos porqué. Mientras que la joven Lady Diana Spencer ya había optado por un corte de pelo largo y liso, cuando entró en escena a los 19 años estrenó lo que se convertiría en ‘el corte de cabello de Lady Di’, una versión juvenil del peinado voluminoso de Farrah Fawcett, pero con una cascada de capas recortadas a la altura del pómulo y la barbilla.
Durante los años 80, la princesa osciló entre diferentes variantes de su ya característico look, con volúmenes distintos, así como accesorios espectaculares: broches brillantes, tocados de flores y, por supuesto, tiaras de diamantes. Solo hubo una excepción, en 1984, cuando Lady Di dejó crecer su melena lo suficiente como para alisarla con un peine Sloane Ranger, con la raya a un lado, al más puro estilo de los años 40. No hace falta decir que la princesa Diana inspiró no a miles, sino a millones de mujeres de todo el mundo, al adoptar el icónico corte con chasquilla que la convirtió en lo que hoy llamaríamos una influencer de talla mundial.
Pero fue a principios de los años 90 cuando la princesa de Gales dio un gran salto en más de un sentido. En 1991, Lady Di conoció al estilista Sam McKnight en una sesión de fotos para Vogue. Fue ahí cuando Diana le preguntó: “¿Qué le harías a mi cabello si pudieras hacer lo que quisieras?”. A lo que el estilista, quien intuyó que la princesa deseaba un cambio, respondió: “me lo cortaría todo y empezaría de nuevo”. Y eso es lo que hizo, en aquel momento, el cabello de la princesa Diana tomó la forma de un corte de tipo pixie. “Cuando conocí a Diana, las cosas estaban cambiando”, explica Sam McKnight, “estábamos dejando atrás los vuelos románticos de los 80 y pasando a una melena mucho más elegante, corta y afilada, especial para llevarla con los trajes Chanel y Versace de la época. Se trataba de un look de mujer poderosa”.
Tal como lo demostró todo lo que vino después, se trató de un momento de liberación. En el documental de 2017, Diana In Her Own Words, se recopilaron una serie de entrevistas grabadas por la propia princesa, y en una de ellas, una amiga le pregunta: “¿Cuáles han sido los momentos decisivos en la vida que te han hecho pasar de víctima a vencedora?”. Lady Di hace una pausa y responde: “supongo que el verano pasado, cuando Sam me cortó el pelo de forma diferente y dejó salir algo muy distinto”. Como la historia nos recuerda, la princesa Diana, con su afilada melena recortada, dejó que el periodista, Andrew Morton, contara su versión de la historia en el libro de 1992, Diana: Her True Story, el cual sirvió como elemento catalizador para su separación y posterior divorcio con el príncipe Carlos, una esperada ruptura con la familia real que le permitió desarrollarse como líder humanitaria.
Cuando Sam McKnight se enteró de que había contribuido al proceso de la princesa Diana preparándose para lo que vendría después, le invadió la emoción. Para él, ella resultó ser un ejemplo contundente de cómo un corte de pelo puede ayudar a abrir un nuevo capítulo. “Me impactó porque muestra el poder del pelo, no solo para una celebridad o un miembro de la realeza, sino para cualquiera. Un nuevo corte o un nuevo peinado puede cambiarlo todo”.