Hoy se lleva a cabo uno de los eventos más importantes de la agenda de Nueva York: la MET Gala, que luego de un receso por la pandemia del coronavirus regresa a la presencialidad para impactarnos con la moda y los looks de nuestras celebridades favoritas, inspiradas en la temática de este año: In America: A Lexicon of Fashion.
Y, aunque hay muchos momentos icónicos para destacar en la historia de la gala benéfica, hay uno en particular que es de nuestros favoritos. Aquella vez en 1996 cuando la princesa Diana de Gales decidió mezclar la realeza británica con el glamour de la MET Gala.
Un hecho que dio inicio a que en la actualidad sean más miembros de la corona que asistan con regularidad, pues Lady Di fue la primera princesa heredera en aceptar la invitación, un paso estratégico que dio justo después de su divorcio con el príncipe Carlos.
Organizada por la entonces editora de Harper’s Bazaar, Liz Tilberis, la gala se llevó a cabo bajo la temática de Christian Dior. Aquella noche, la princesa se presentó en el Museo Metropolitano de Arte con un vestido lencero de John Galliano para Dior, convirtiéndose en la primera en usar una de las creaciones del recién nombrado diseñador en la dirección de la marca.
Reconocido como uno de los ‘looks de venganza’ elegidos por Diana para tomar distancia de la etiqueta del palacio de Buckingham tras el escandaloso divorcio, el vestido marcó un hito en la biografía de la princesa. Sin embargo, hay una historia detrás que no está libre de polémica.
Así, y para desgracia de muchos la princesa tuvo que abandonar el evento mucho antes de lo habitual, justo antes de que empezara el baile, para regresar a su suite en el Hotel Carlyle. Según información oficial el motivo habría sido el jet lag que habría sufrido la princesa.
Sin embargo, hay otras versiones que aseguran que el motivo de su abandono se debió a que se sentía avergonzada llevando aquel look. Incluso la periodista experta en realiza, Katie Nicholl, aseguró que Diana llegó a plantearse el no usarlo por temor a avergonzar a su hijo mayor, el príncipe William, que en ese entonces tenía 14 años.
Pero claramente (y en caso que la segunda teoría fuera cierta), el temor de Lady Di no estaría fuera de lugar o infundado. Pues pocas horas después de su comentada aparición, medios británicos como The Guardian, la llevaron a sus páginas destacando con sorpresa que la madre del futuro Rey de Inglaterra se paseara por la MET Gala con «su camisón».
Mientras que en The Daily Mail criticaron el hecho de que no llevara sostén: «Una mujer con la figura de Diana necesita más soporte. Y es un hecho ineludible que los vestidos lenceros sientan mejor a aquellas que aún no tienen 30 años».