Suscríbete
Barry Keoghan se ha convertido en una de las estrellas revelación del 2022 tras su nominación a los Oscar por su destacada interpretación en The Banshees of Inisherin. Sin embargo, el actor de 30 años esconde una trágica historia detrás.
Si bien a muchos les parece una cara nueva, lo cierto es que el actor irlandés lleva varios años en la industria. Entre sus papeles más destacados se encuentran The Killing of a Sacred Deer, Dunkirk, The Green Knight y Eternals.
Ver esta publicación en Instagram
En esta nueva versión de los Oscar, se suma a la lista de actores nominados en la sección Actor Secundario. Pero las cosas nunca fueron tan sencillas para Keoghan. Y así lo reveló en 2018 en The Late Late Show.
Una dura infancia
«Mi madre, las drogas golpearon el área y afectó a todas las familias y ella fue una de las que fue atrapada», señaló el actor al presentador del programa Ryan Tubridy, cuando finalmente decidió abrirse sobre su complicado pasado.
«Era algo nuevo y la gente no conocía los efectos», dijo Keoghan sobre la epidemia irlandesa de heroína. Keoghan tenía 12 años y vivía con su abuela Patricia cuando falleció su madre.
Ver esta publicación en Instagram
«Era muy joven, tenía 31 años», dijo Keoghan sobre su madre. Y además, añadió que a pesar de todo: «Tengo grandes recuerdos de ella. Estoy muy orgulloso de ella».
Pero incluso antes de la muerte de su madre, las cosas tampoco eran sencillas. Él y su hermano Eric, pasaron años en hogares de acogida. Incluso, el actor calcula que juntos habrán pasado por un total de 13 hogares.
«Todas las familias fueron buenas con nosotros… Cuando eres niño, no sabes lo que está pasando. Te encariñas y, de repente, te mudas aquí», explicó el actor de Eternals.
Más tarde, cuando los años pasaron y tuvo la capacidad de razonar todo lo que había vivido, no fue fácil. «Es raro. Sólo cuando te haces mayor puedes mirar atrás y tener un poco de perspectiva», señaló.
El actor, también reveló que en Irlanda el dolor se consideraba «un signo de debilidad». Y por lo mismo, cuando a el y su hermano les ofrecieron ir a terapia por todo lo que habían vivido, decidieron rechazarlo.
Ver esta publicación en Instagram
«Vas al pub y te lo bebes», aseguró. «Pero eso sólo te lleva hasta cierto punto, de verdad, porque entonces tienes que volver a casa y sentarte contigo mismo. Todavía está con nosotros. Somos nosotros los que nos arruinamos».
Su relación con el cine
Keoghan admitió que aprendió sobre cine entrando sin permiso en las salas, lo que acabó por prohibirle la entrada. Y que descubrió su pasión actoral a los 13 años en su colegio, donde protagonizó su primera obra.
«Me entró el gusanillo de la chispa, de tener la oportunidad de subirme al escenario y que la gente se riera conmigo, en lugar de estar haciendo el tonto en clase», explicó Keoghan al Irish Independent.
Ver esta publicación en Instagram
Más tarde, en 2011 su carrera como actor comenzó. Según cuenta, respondió a un anuncio de casting en Dublín para una película policiaca llamada Between the Canals, donde terminó interpretando un pequeño papel.
«Tome disimuladamente el número para que nadie me viera y llamé cuando llegué a casa», contó Barry a GQ. «Dijeron que estaban esperando financiación, pero yo no sabía lo que eso significaba. Todo lo que vi fue: tiempo libre en la escuela, que te paguen. Mierda, voy a ir a eso»
Ver esta publicación en Instagram
Durante un tiempo, el actor continuó con papeles pequeños hasta que llegó su momento. En 2017, tuvo la oportunidad de protagonizar The Killing of a Sacred Deer junto a Colin Farrell. Y ese mismo año, se sumó al elenco de Dunkirk.
Desde entonces, Barry sumó créditos en cintas como Calm with Horses, Eternals, y The Batman. Y en series como Love/Hate y la premiada Chernobyl de HBO, hasta llegar a The Banshees of Inisherin, donde finalmente obtendría su ansiado reconocimiento.
