Tras la entrevista concedida por los duques de Sussex a Oprah Winfrey el palacio de Buckingham envió un comunicado oficial en el que solo de referían a las acusaciones de racismo contra la corona británica. Sin embargo, en esta conversación sin filtro, en la que Meghan y Harry decidieron no callarse (casi) nada, hubo más dardos dirigidos hacia el palacio de Buckingham, entre ellas, quejas y peticiones no atendidas, la seguridad de Archie, el acoso de la prensa y más de algún mito desvelado, como su discusión con Kate Middleton.
Al respecto, y más allá del escueto comunicado del palacio, el único que se refirió al tema públicamente fue el príncipe William, quien aseguró en un evento oficial, que la familia real no era racista.
Al parecer, esas 61 palabras del documento firmado por la corona, no representan precisamente la contestación que el hijo de la reina Isabel II hubiese deseado. Y es que en la polémica entrevista uno de los más criticados por la pareja fue precisamente el príncipe Carlos.
Durante la entrevista Harry comentó que su padre no le contestaba el teléfono y que tanto él como su hermano William estaban “atrapados” en la vida que llevaban y que él también había vivido. Además, en la parte en que Meghan se refirió al tema del racismo, no dio nombres, y Harry dijo que no hablaría de aquello, dejando la responsabilidad a cualquier miembro de la familia. Sin embargo, más tarde Oprah revelaría que ni la reina ni el duque de Edimburgo participaron de esa conversación. Lo que fue cerrando el núcleo y los posibles autores de la frase sobre el color de piel de Archie.
Pero más allá del comunicado oficial, recientemente se ha sabido que no todos estaban de acuerdo con la respuesta de la corona. Y el príncipe Carlos quería una contestación más contundente. Según Katie Nicholl, periodista y escritora especializada en la casa real británica, el heredero a la corona quería responder “punto por punto” a las duras acusaciones de su hijo y su nuera.
“Lo que yo sé es que el príncipe Carlos quiso lanzar un comunicado más detallado a la entrevista de Oprah y responder a algunas de esas acusaciones una a una“, comentó Nicholl al medio ET. “Pero tuvieron toda una tarde para pesar sobre ello y, al final, se decidió que un comunicado corto sería mejor, y que contestar a todo punto por punto podría ser potencialmente más dañino y les daría más munición para que siguieran disparando”, sentenció.
“Creo que el príncipe Carlos y su hijo, el príncipe William, estaban de acuerdo en corregir algunas de las cosas que la pareja había dicho”, comentó la periodista refiriéndose no ha un quiebre familiar, sino más bien a una simple diferencia de opinión. Es más, al respecto, Nicholl aseguró que tras el Megxit, “los miembros más importantes de la familia real, la reina, Carlos y William, están trabajando a la una, como un equipo. No hay discordia”.
Y es que la entrevista de Meghan y Harry pareciera no haber considerando el efecto que tendría en los familiares del príncipe. Según Nicholl, el príncipe Carlos quedó muy dolido, sobre todo por aquella frase en que Harry dice que tras su decisión dejaron de apoyarlos económicamente, algo que el hijo menor de Lady Di recalcó varias veces. “Carlos estaba particularmente frustrado”, dijo Nicholl, porque “si hablas con fuentes cercanas a Carlos, ese no era el caso”. Y aclaró que “Él siguió proveyéndole de fondos durante cierto tiempo cuando se mudaron, primero a Canadá y después a EE.UU”.
La distancia entre Carlos y Harry quedó clara, y se suma a la que ya mantienen los hermanos desde hace años. Aún cuando se reveló hace poco que los tres habían conversado tras la entrevista, pero definitivamente la imagen de Carlos se vio profundamente afectada y evidentemente él no se siente cómodo ni a gusto con eso. “Según me han contado, las conversaciones no resultaron muy productivas. Pero están contentos de que el diálogo se haya reanudado”, afirmó la periodista Gayle King hace poco.
¿Qué hubiese pasado si la respuesta de Buckingham hubiese sido como Carlos quería?