Vestirse con las últimas tendencias no siempre es una tarea fácil y algunos podemos incluso complicarnos más de la cuenta. Pero si eres de los fanáticos de llevar un buen look, o al menos que eso piensen en la calle, la regla 60-30-10 puede ser tu mantra.
Esta regla tan sencilla como aplicar los porcentajes adecuados a la hora de elegir nuestras prendas. Y en este caso se refiere al porcentaje en el que deben aparecer los colores en un outfit.
Este método es utilizado por estilistas como Stacy London, antigua redactora de Vogue y presentadora de What Not to Wear, quien lo define como como clave para conseguir combinaciones equilibradas sin esfuerzo.
De la totalidad de un outfit, un 60% debe corresponder a un color principal como base, e ideal, colores neutros. Por ejemplo, el pantalón y el sweater de un mismo tono. Es decir, los colores predominantes en este 60% no deben ser llamativos.
Este 30% se aplica a la blusa o una polera, es decir, una prenda que ocupa un lugar especial en el conjunto. Aquí sugieren elegir un color secundario, en base a los colores neutros del 60% anterior.
En los colores secundarios entran los naranjos, verdes, morados, etc. Y aconsejan fijarse en que combinen a la vista.
Finalmente, el 10% restante es para activar nuestra creatividad o el conocido como color acento. Básicamente estamos hablando de accesorios que, ya sea por su color, textura o estampado predominan por encima de cualquier prenda del outfit. Aquí cuentan zapatos, carteras, una mochila, anillos, pulseras o collares. Aquí también entran las bufandas o cualquier otro accesorio que de el toque final.
Y un plus que tiene esta regla 60-30-10 es que no solo funciona en la moda, sino también cuando se trata de decoración.