A George Clooney la broma le sale fácil. Es un rasgo natural a su manera de ser. Últimamente no ha parado de hacerlo con su amiga y compañera de pantalla, Julia Roberts, durante la promoción de la última película que protagonizan juntos, Viaje al Paraíso.
Pero además, siempre lo hace con agudeza y con elegancia, demostrando que no vive en una burbuja hollywoodense. El actor tiene dos mellizos de cinco años, Ella y Alexander, de los que habla con orgullo de los que ha hecho últimamente confesiones de detalles entretenidos sobre ellos, como el hecho de que hablan italiano y que a veces lo utilizan para excluir a sus padres de las conversaciones que tienen entre ellos.
Y ahora acaba de revelar en The Drew Barrymore Show cuál fue su reacción al descubrir el doble embarazo de su esposa Amal: “Claramente no era algo que estaba en nuestros planes, pero la hermana de Amal también tiene gemelos. A las 12 semanas o algo así fuimos a ver al bebé por primera vez, y en un momento dado el médico nos dice ‘es niño’ y luego va y dice ‘¡Y una niña!’ y yo me quedo en plan ¡¿Qué?! Y le dije algo del tipo ¿lo dices en serio? Ahora me parece lo mejor del mundo, pero en aquel momento estaba aterrorizado. Tenía 56 años y me parecía espantoso”.
Ya hace unos días bromeó en otro matinal de la televisión norteamericana diciendo que lo bueno es que algunos momentos lo pillaran ya mayor como para reaccionar mal: “Quizá cuando mi hija empiece a salir con chicos me diga Papá, te presento a mi novio, es baterista en un grupo’ y yo le responda: ¿Qué? Me gustan las tostadas”.
Pero fuera de bromas, se sabe que lo está haciendo muy bien tratando de enfrentar los grandes desafíos cotidianos. Como cuando tuvo que tomar un avión junto a su mujer y sus hijos cuando todavía eran bebés y llevaban pañales y regaló tapones para los oídos a todos los pasajeros, disculpándose de antemano por sus posibles llantos.
Su caballerosidad no queda ausente ni siquiera ante este tipo de emergencias. Y por si fuera poco, siempre habla sobre sus errores luciendo su capacidad de autocrítica. A Drew Barrymore le contó en la misma entrevista, cuántos detalles se le fueron en contra en el momento que le pidió matrimonio a Amal. Por ejemplo, le preparó una playlist y una cena romántica haciendo que pudiera encontrar el anillo en un cajón, pero ella pensó que era de los anteriores dueños de la casa. Para colmo, la dejó de rodillas durante veinte minutos antes de darle una respuesta. Tanto se demoró, que el actor bromeó diciéndole que permanecer en esa posición durante más tiempo podría provocarle un problema de cadera.