Revista Velvet | La raza de los perros no determina su personalidad, según estudio
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La raza de los perros no determina su personalidad, según estudio

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La raza de los perros no determina su personalidad, según estudio

POR equipo velvet | 30 abril 2022

Es verdad que cada raza de perro tiene sus características. Un gran danés no tendrá el porte de un fox terrier, pero sí puedes tener un gran danés que se comporte como un fox terrier.

Y así lo resume la investigadora Elinor Karlsson en su trabajo de los últimos años, en los que ha estudiado las bases genéticas del comportamiento de los perros. Y ahora, junto con su equipo, publicó en la revista Science una conclusión que quizás no era lo que muchos esperaban: la raza de un perro no determina su personalidad.

El grupo de investigación estudió la genética de más de 2.000 perros, buscando encontrar rasgos de comportamiento que estén ligados a determinados genes. Y estos, se cruzaron con las distintas razas de la muestra y las de sus ancestros. Los resultados, que incluyeron datos de 78 razas, si identificaron regiones genéticas asociadas al comportamiento, sin embargo, ninguna era específica de una raza.

Es más, la variabilidad es tal que los investigadores no pudieron encontrar rasgos de personalidad que fueran exclusivos de un raza en particular. “Los factores de comportamiento muestran una gran variabilidad dentro de las razas, lo que sugiere que aunque la raza puede afectar la probabilidad de que ocurra un comportamiento particular, la raza por sí sola no es, contrariamente a la creencia popular, lo suficientemente informativa como para predecir la disposición de un individuo”, concluyen en su estudio. Y con esto se refieren a caracteres que van desde la sociabilidad con humanos y perros, hasta la agresividad, tendencia a usar juguetes o la docilidad.

Para hacerlo aún más real, en el estudio se estudiaron también los ancestros de perros sin raza, para incluir los datos que van más allá del pedigrí.

En conclusión, aunque se crea que cierta raza es buena con los niños, en la práctica, es imposible saber si tendrá ese carácter. Es más, aseguran que la raza solo explica el 9% de la variación de comportamiento en perros individuales. Y para ciertos rasgos, la edad es mejor predictor del comportamiento. Además, como señala Karlsson, esos estereotipos no son iguales a nivel universal. Es decir, las características que se atribuyen a una raza en Estados Unidos son distintas en Alemania. 

El comportamiento en los perros, al igual que en los humanos, es complejo, lo que significa que está controlado por cambios en muchos, muchos genes diferentes”, explica Karlsson. Y destaca que también hay un gran componente ambiental. “El entorno materno, la socialización temprana, posibles eventos traumáticos, todo ese tipo de cosas”, agrega.

Si bien los perros comenzaron a domesticarse hace más de 15.000 años, recién en a mediados del siglo XIX comenzaron a aislarse razas en torno a características que las definían, tipo dálmatas con lunares, etc. Pero prácticamente todos los perros son iguales, únicamente varía en aspectos accesorios como la forma de las orejas o la largo del pelo. Entonces, ha sido la estética el foco de selección, y no el comportamiento, según dice el estudio. Y es que de cierta forma, solo los rasgos físicos corresponden con exactitud a cada raza. El comportamiento es más complejo, no son determinados por un único gen, sino por muchos. Y es precisamente eso hace lo que hace más difícil predecir lo que saldrá de un cruce.

Entonces, ¿por qué hay razas que son más agresivas que otras? En el estudio hablan de la prevalencia de un rasgo, el umbral agonístico, el que mide la facilidad con la que un perro se siente provocado por estímulos que le provocan miedo, incomodidad o molestia. Sin embargo, no es la raza la que proporciona información para descubrirlo. “Cuando estudiamos el umbral agonístico, que incluía muchas preguntas sobre si los perros de las personas reaccionaban agresivamente frente a situaciones, no vimos un efecto de la ascendencia racial en ese factor en particular. Desde ese punto de vista, [esa catalogación] no parece tener mucho sentido para nosotros”, explicó Karlsson.

En las conclusiones del estudio coinciden los expertos. Carles Vilà, especialista en genética evolutiva del CSIC, está de acuerdo con Karlsson. “Muchas veces encasillamos mucho a los animales, que tienen que ser así o asá. Pero no se tienen en cuenta el ambiente familiar, cómo se ha criado el animal, la edad, y que hay otros factores que son muy importantes, que nos están diciendo que hay que tener en cuenta otras cosas aparte de la raza”, explica el investigador.

 

 

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