Soledad Onetto revivió momentos inolvidables en el estreno de Camino a Viña, donde conversó con Karen Doggenweiler. Además de compartir recuerdos de su paso por la Quinta Vergara, la periodista reflexionó sobre su maternidad.
La también conductora del Festival de Viña del Mar en 2009 y 2010 junto a Felipe Camiroaga, rememoró lo que significó para ella estar en el escenario más importante de la música latina.
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Onetto reveló que en ese entonces estuvo acompañada por su familia y la de su exmarido, Rodrigo Alonso. “Quienes siempre estuvieron conmigo en el camarín fueron mis sobrinas Florencia y Josefina, hijas de mi hermano Rafael”, contó.
Lo que Onetto no esperaba era que la producción del programa tuviera preparado un video sorpresa de las dos jóvenes, ahora universitarias, con mensajes llenos de admiración hacia ella.
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“Viendo para atrás éramos en verdad muy chicas, pero en ese momento, no sé, verte en el camarín arreglándote, probándote vestidos, viéndote en la tele frente a tanta gente también, estando ahí en el público“, señalaron.
“Y mirando cómo estabas hablándole a millones de personas, para nosotras fue realmente como estar en una película, no entendíamos lo que estaba pasando, relató una de las sobrinas.
El momento culminante llegó cuando una de las sobrinas mencionó a Borja, el hijo de Onetto: “Borjita verá los videos, cuando sea más grande, de ti animando el festival y va a ser muy feliz también”.
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Estas palabras emocionaron hasta las lágrimas a la periodista. “Me emocionó escucharlas, decir que Borjita alguna vez va a ver esos videos y claro, va a decir, mi mamá fue joven“, comentó entre risas.
También reveló que la primera actividad pública de su hijo fue en el Festival de Viña del Mar, una coincidencia que guarda con mucho cariño. Onetto también expresó su felicidad por vivir esta etapa en plenitud.
“Esto de la maternidad me pilla con toda la felicidad del mundo, estoy, pero gozando de una etapa, la crianza, increíble, increíble. Tenía que ser la maternidad en el momento en que fue, llegar a esta edad en que ya no tengo Acoso Textual, ni el matinal, ni el Festival de Viña”.
“Es increíble, se despierta feliz siempre, es curioso, descubre el mundo. He vuelto a descubrir el mundo a través de él, de nuevo. Me he vuelto un poco más niña. Estoy todo el día hablando, todo el día… parezco una radio, me sé todas las canciones de niño“, concluyó con una sonrisa.
