Desde que en 1948 la publicista Eleanor Lambert creara la cita más importante del año para la flora y fauna de la alta sociedad estadounidense, la Gala del MET ha sido el centro neurálgico de la moda internacional. El próximo lunes 2 de mayo se celebrará una nueva edición que inaugura la muestra de vestuario In America: An Anthology of Fashion, donde una vez más, las raíces de la cultura americana serán el dress code en los looks de los asistentes.
Si algo ha caracterizado a la Gala del MET durante estos 73 años ha sido el eclecticismo de sus asistentes: de banqueros a diseñadores, pasando por señoras de la alta sociedad con dinero suficiente para apadrinar causas de diversa índole o grandes nombres del espectáculo. Y entre toda esa maraña farandulera, en 1996 una espléndida y radiante Diana de Gales hizo una aparición tan inesperada como estelar. Cuentan las crónicas de la época que nadie esperaba su asistencia y que la sorpresa fue general cuando la vieron aparecer. Salvo John Galliano, que le había diseñado el vestido, y por supuesto Anna Wintour, pocos estaban al tanto de esta aparición. Pero si alguien en el mundo royal había apoyado la industria de la moda, esa era ella, por lo que tampoco era de extrañar su asistencia. Sin embargo, tras su sonado anuncio de divorcio tres años antes del príncipe Carlos, su presencia aquella noche fue la guinda de la torta.
Aquel año, en la Gala del MET todo giraba en torno a la figura de Christian Dior, firma de la que Diana de Gales solía vestir, sobre todo luego de su divorcio, y un diseñador por el que la princesa había confesado en más de alguna ocasión tener una gran admiración. La maison Dior en 1996 estaba comandada por el siempre genial e irreverente John Galliano, que consiguió con su talento creativo llevar a la casa de modas a lo más alto, por lo que era bastante lógico que fuera él el encargado de vestir a tan ilustre invitada.
Para entonces, Diana de Gales era una mujer libre que se había propuesto ser feliz sin importar el qué dirán, y si eso pasaba por asistir a la Gala del MET en un llamado slip dress azul petróleo con escote de encaje negro firmado por Galliano. Hoy ese vestido es plena tendencia. Basta mirar los outfits en la boda de Brooklyn Beckham y Nicola Peltz y ver cómo iba vestida la célebre madre del novio. Aquella noche en el MET, Diana acompañó el vestido con un espectacular collar de siete cadenas de perlas con un gran zafiro central que había pertenecido a la Reina Madre (el mismo que también llevó el día del llamado “vestido de la venganza”, misma noche que bailó con John Travolta). Junto al collar, uno de sus bolsos preferidos: el Lady Dior negro, entonces conocido aún como Chouchou. Un look que hoy permanece en el recuerdo como el que llevó la princesa Diana en su única, pero inolvidable, noche en la Gala del MET.