Por mucho tiempo Irène Némirovsky (1903-1942) fue una autora desconocida para la mayoría, hasta que en 2004 se publicó Suite Francesa; la novela que se editó gracias a que sus dos hijas siempre cuidaron una maleta que ella les dejó tras ser deportada a Auchwitz. Ahora, el 7 de julio se lanza una nueva edición de Los Fuegos de Otoño, que trata sobre la burguesía parisina en el período de entreguerras; y se suma a las celebradas David Golder y El baile.
En esa siempre recordada y sorprendente maleta estaba el manuscrito de Suite Francesa (la película se hizo en 2014) y de otros textos. Todos escritos hasta en el más mínimo espacio de unas hojas que hoy siguen siendo estudiadas, especialmente en el Institute Mémoires de l’Édition Contemporaire.
De hecho, a fines de este año se debiera lanzar una versión reeditada de Suite Francesa. El biógrafo de la escritora, Olivier Philipponnat y la profesora y experta en Némirovsky Teresa Lussone están a cargo de este proyecto; en el que hay ajustes importantes de acuerdo a las correcciones de Némirovsky.
Como Jane Austen, generalmente Irène Némirovsky que nació en Ucrania y su padre era banquero, habla de su mundo; por ende el de su tiempo, el de Europa y en especial el de tantos judíos ricos que tuvieron que emigrar a Francia, como consecuencia de los pogromos o el comunismo (su caso en particular).
La delicadeza y profundidad de Némirovsky se expresa en su prosa en francés; lengua que aprendió de su intitutriz francesa y de su licenciatura en letras en La Sorbonne. Siempre con una mirada en la que observa su alrededor con justicia implacable, audaz y sincera; algo que cae directamente en el arquetipo que arma a partir de su madre Fanny, una mujer fría y frívola.
Ahora, es el turno de Los Fuegos de Otoño; su protagonista, Bernard Jacquelain, que tras su experiencia en la Primera Guerra, se hace un espacio en los negocios turbios de esos días.
Al respecto las críticas ya la aplauden. Dos ejemplos: “Irène Némirovsky posee la fuerza de un Balzac o un Dostoievski” (Neue Zürcher Zeitung); y “Un relato humano e incisivo sobre las dos grandes guerras del siglo XX” (The New York Times Book Reviewy).