La irlandesa alcanzó la cima de los rankings con la canción original de Prince, a quien nunca le gustó la idea de que ella la hubiese grabado. Al tema lo acompañó un dramático video, en que ella lloró de verdad debido a que recordó un hecho doloroso de su pasado. Esta es la historia.
A mediados de los 80, Prince pasaba por una luminosa racha creativa, componía canciones en tiempo récord. Una de esas, Nothing compares 2 U, una balada romántica en guitarra, decidió regalarla para que la cantara una banda. Así fue a parar a The Family, una agrupación que firmó con el sello discográfico Paisley Park, de propiedad del músico.
¿Por qué no la grabó él? Su ingeniera de sonido, Susan Rogers contó que “regaló su material basado en lo que quería que supiéramos sobre él y, por maravillosa que fuese, no quería que esta canción lo representara”.
De hecho, Prince escribió y compuso el tema durante una pausa en un ensayo, desapareciendo durante una hora y de repente llegó con la letra en un cuaderno. The Family grabó la canción en 1985 pero no pasó nada, ni siquiera se lanzó como single. Sin embargo, una joven irlandesa llamada Sinéad O’Connor terminaría por hacerla suya.
A fines de los 80, O’Connor se encontraba trabajando en material para su segundo álbum, el sucesor de The lion and the cobra (1987). Y fue su manager, Fachtna O’Kelly, quien tuvo la idea de que la grabara. En declaraciones a la revista Mojo de 2009, Chris Hill, que editaba a la irlandesa, recordó el primer momento en que la cantante escuchó la canción.
O’Connor la grabó, fue el segundo single de su disco I do not want what I haven’t got, lanzado en 1990, e inmediatamente se convirtió en un hit. Con el teclado atmosférico y la voz colocada con precisión y sobre todo, con la sentida interpretación de la irlandesa, llegó directo al número 1 en los rankings de Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia, Canadá y el resto del mundo.
Como apoyo al single, se decidió grabar un video. En un plano dramático, enfocándola a ella cantando. A punto de terminar, O’Connor derrama una lágrima. No fue un truco de actuación, Sinéad no era actriz, era una lágrima real. ¿Por qué lloró? En su libro de memorias, Rememberings, O’Connor explicó que hubo una parte de letra que desencadenó una mezcla de sentimientos en su interior. “Todas las flores que plantaste mamá / en el patio trasero / Todas murieron cuando te fuiste”.
No era un detalle, pues con su madre tuvo una relación particularmente compleja. Su progenitora tuvo conductas abusivas con Sinéad, y murió en un accidente automovilístico en 1985 cuando Sinéad tenía 18 años. Fue ese día cuando quitó la foto del Papa Juan Pablo II de la pared del dormitorio de su madre; esta fue la misma foto que rompió más tarde en Saturday Night Live, como un desahogo póstumo.
Al que no le gustó nada el asunto fue a Prince. Al músico no le gustó la versión de O’Connor, pero no porque fuera ella, sino que no le gustaba que nadie grabara sus canciones a menos que él se lo pidiera. Y este no había sido caso. De hecho, una vez que O’Connor logró el éxito con la canción, Prince la invitó a su mansión, pero solo para desquitarse. La agredió verbalmente y casi de manera física, por lo que a la cantante no le quedó otra que irse a pie en medio de la noche y Prince la siguió en un auto.
Pero como siempre suele pasar con los grandes hits, terminan por cansar a quienes lo cantan. En marzo de 2015, Sinéad O’Connor anunció que no interpretaría más Nothing compares 2 U en vivo. Y explicó sus motivos: “Después de veinticinco años cantándola, nueve meses más o menos atrás finalmente me quedé sin nada que pudiera usar para darle algo de emoción. Ya no me identifica emocionalmente”.