Luisa Molina de 17 años, debutó en televisión y redes sociales, y su madre, Virginia Demaria no puede más de orgullo.
Luisa ha acompañado a su mamá en la conducción del programa Proyecto Agua que se transmite por 13C, para el cual viajaron juntas a Uganda en África. El objetivo del programa es dar visibilidad a lo que ocurre en dicho continente con la falta de agua.
La joven conversó con LUN, revelando que está en la indecisión de seguir medicina o ingeniería civil o medicina. Además, confesó que si bien tiene interés en las comunicaciones, “siempre me ha costado hablar en público”.
Ahora bien, Virginia Demaria y Luisa no son las únicas que participan de Proyecto Agua, también cuenta con la conducción de Angélica Castro y su hija Laura de la Fuente.
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En esta incursión en en el mundo de las comunicaciones y las redes sociales, la joven mencionó al medio que “obvio que algo heredé de mi mamá porque ella es súper seca para comunicar y yo la he visto hacerlo desde chica. Pero también creo que el hecho de haber crecido viéndola trabajar en eso me ayudó a soltarme y a entender cómo transmitir desde lo real. Y, además, como Proyecto Agua era algo que me importaba muchísimo, sentí que fue natural comunicarlo desde lo que sentía, sin pensar tanto en hacerlo perfecto”, destacó.
Por su parte, también dijo que las cámaras la ponen nerviosa. “Me da mucho nervio, no voy a mentir. A mí siempre me ha costado hablar en público, pero, como tenía a mi mamá ahí, que me daba confianza y me decía que lo más importante era ser auténtica, con el tiempo me fui soltando. Ahí se me olvidaba que había una cámara y simplemente hablaba desde lo que estaba viviendo”, comentó Luisa.
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Sobre el programa, Luisa contó que ha sido una experiencia especial. “Tanto en el momento en que estuvimos en Uganda como ahora, que estamos visibilizando todo lo que hicimos. Desde siempre he tenido en la cabeza la idea de querer ayudar a los demás y cuando surgió Proyecto Agua sentí que era algo que debía hacer, y llevarlo a cabo fue súper emocionante”, sostuvo la hija de la chef.
“Volví con el corazón lleno y con muchas ganas de seguir ayudando. Nunca pensé que iba a estar hablando en medios sobre esto, pero lo estoy viviendo con mucha felicidad y gratitud. Y si logramos que más personas se sumen con lo que pasa en Uganda, ya vale totalmente la pena“, concluyó.