En medio de un paseo soleado por la isla de Mull, al oeste de Escocia, Kate Middleton volvió a ponerse frente al lente de Josh Shinner, fotógrafo que ha capturado a la familia real en más de una ocasión.
Esta vez, sin embargo, no fue la clásica sonrisa de la princesa de Gales la protagonista, sino una expresión más serena, introspectiva. Brazos cruzados, mirada directa y un leve gesto que, lejos de ser distante, parece invitar a una lectura más íntima de su presente.
La imagen, compartida por Shinner en su cuenta de Instagram el 29 de mayo, fue tomada durante una reciente visita a la isla, en el mismo recorrido en que Kate y el príncipe William se reunieron con los guardabosques del bosque comunitario de Ardura, pieza clave en la conservación local. En ella, la princesa lleva el mismo look que usó en aquel compromiso oficial.
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“Excelente compañía para un paseo soleado y entre árboles… Gracias @princeandprincessofwales”, escribió el fotógrafo en la publicación. El retrato, que también fue difundido por la Royal Horticultural Society tras anunciar que una rosa llevará el nombre de la princesa. Y revela un vínculo profundo con la naturaleza, que ha adquirido un nuevo significado desde que Kate hiciera público su diagnóstico de cáncer.
No es la primera vez que la princesa de Gales se muestra así: su primera aparición tras revelar su estado de salud también fue al aire libre, apoyada contra un árbol, en una imagen que evocaba fortaleza silenciosa. “Ahí está, en la naturaleza, que le ha dado fortaleza, y mirando hacia arriba en un gesto de verdadera esperanza y aliento para todos”, señaló entonces la biógrafa real Sally Bedell Smith a People.
En marzo, durante el Día de la Madre en Reino Unido, Kate optó por celebrar no solo la maternidad, sino también a la Madre Tierra, compartiendo un video con escenas de la vida al aire libre. “Durante el último año, la naturaleza ha sido nuestro refugio”, escribió en Instagram.
“Este Día de la Madre, celebremos a la Madre Naturaleza y reconozcamos cómo nuestro vínculo con el mundo natural puede no solo nutrir nuestro interior. Sino también recordarnos el papel que desempeñamos en el rico entramado de la vida”.
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Este gesto de conexión con el entorno se ha vuelto también una forma de pausa familiar. Esta semana, Kate y William se han retirado de la agenda pública para disfrutar de las vacaciones escolares junto a sus hijos: el príncipe George, de 11 años, la princesa Charlotte, de 10, y el pequeño Louis, de 7.
Una decisión habitual en la pareja, que privilegia la vida familiar en estos periodos de descanso. Reafirmando que incluso en medio de los deberes reales, hay espacio para lo esencial.