El ballet ruso está de luto tras la repentina muerte de Vladimir Shklyarov, una de sus figuras más destacadas. El bailarín principal del Teatro Mariinsky falleció tras caer desde el quinto piso de un edificio en San Petersburgo.
“Esta es una gran pérdida para todo el equipo del Teatro Mariinsky”, expresó la compañía de teatro en un comunicado, lamentando la partida de quien fuera una de sus mayores estrellas.
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Mientras las autoridades rusas investigan las causas del incidente, la agencia estatal RIA Novosti reportó que la “causa preliminar” fue considerada un accidente. “Tuvo una muerte natural. No es un crimen”, señaló una fuente.
Shklyarov estaba programado para someterse a una compleja cirugía de columna en los próximos días y, según informaron medios rusos, llevaba tiempo tomando analgésicos fuertes.
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Nacido en Leningrado, hoy San Petersburgo, Shklyarov fue un prodigio de la danza clásica. Estudió en la reconocida Academia de Ballet Ruso Vaganova y en 2003 se unió al Teatro Mariinsky, donde alcanzó el rango de bailarín principal en 2011.
Durante sus más de dos décadas de carrera, Shklyarov brilló en producciones icónicas como El lago de los cisnes, La bella durmiente, Romeo y Julieta y Don Quijote de la Mancha.
Su talento lo llevó a colaborar como artista invitado con importantes compañías internacionales, incluyendo el Royal Ballet de Londres y el American Ballet Theatre en Nueva York.
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Diana Vishneva, una destacada compañera del Mariinsky, lo describió como un artista irremplazable. “Eras tan amado por tu audiencia. Eras el compañero favorito de muchas bailarinas”, escribió en un sentido homenaje en Instagram.
Shklyarov estaba casado con Maria Shirinkina, también bailarina del Teatro Mariinsky, con quien tuvo dos hijos. Su muerte deja un vacío en el mundo del ballet, pero su legado artístico y humano continuará inspirando a generaciones futuras.
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