Entre toda la enjundia que se incluye en House of Gucci, que no es poca, aparecen actores personificando a figuras como Anna Wintour y a su asistente André León Talley, en una conversación que tienen con Adam Driver quien personifica a Maurizio Gucci, por ese entonces a cargo de las relaciones internacionales de la casa de moda. Y haya o no sucedido ese encuentro, lo cierto es que un nombre trascendente para el despegue de la compañía fue haber sumado al por entonces ascendente Tom Ford como Director Artístico, lugar que le permitió convertirse en el diseñador que es hoy y consolidar un estilo tan característico. Ese momento sí que sale en la película.
Fue un fin de semana movido para la película de Ridley Scott. Estrenada este jueves (y el viernes en algunos países), no ha dejado a nadie indiferente. La opinión de los críticos no tardó en llegar, pero los comentarios del propio Tom Ford tampoco se hicieron esperar. El también director de cine puede hablar con total propiedad en este caso. El diseñador texano y autor de las aplaudidas películas A Single Man y Nocturnal Animals, ha publicado una reseña sobre la película, cuyos comentarios han revolucionado las redes sociales.
“Me sentí como si hubiera vivido un huracán cuando salí del teatro. ¿Fue una farsa o una apasionante historia de codicia? A menudo me reía a carcajadas, pero ¿se suponía que debía hacerlo?”, escribió el diseñador en el periódico digital Air Mail, quién, además, confesó haber sido parte del testimonio que recoge el libro “The House of Gucci: Una historia sensacional de asesinatos, locura, glamour y codicia”, publicado en 2002 y escrito por la autora Sarah Gay Forden.
Si bien el diseñador alaba la fotografía y el vestuario de la película, no duda en opinar sobre los papeles que considera muy lejanos a la realidad. “Como ocurre con la mayoría de las películas basadas en una historia real, los hechos se alteran, los personajes se exageran, las líneas de tiempo se deforman y, al final, ¿a quién le importa mientras estas alteraciones produzcan una gran película?”, escribe, comparando la producción de Ridley Scott con la serie Dinastía, pero “con mayor presupuesto”. De esta manera, hace un repaso por cada uno de los protagonistas y señala aquellos que, como Salma Hayek, Jared Leto o Lady Gaga exageran la realidad.
“El casting de Hayek está particularmente inspirado dado que su esposo es el actual propietario de Gucci, un hecho que ignorará el público en general”, comenta; pero le deja un espacio a Lady Gaga a quién le dedica un gran párrafo: “La verdadera estrella de la película para mí es Gaga. Es su película y se roba el protagonismo. En su interpretación, a menudo exagerada de Patrizia Gucci, su acento migra ocasionalmente de Milán a Moscú. ¿Pero a quién le importa? Su actuación es perfecta”. Respecto a los personajes de Al Pacino y del controvertido Jared Leto, el diseñador y director dijo: “cuando Al Pacino como Aldo Gucci y Jared Leto como su hijo Paolo estaban en pantalla, no estaba seguro si estaba viendo una versión de Saturday Night Live o qué. ¡La actuación de Leto está sepultada bajo prótesis de látex!”, enfatizó Tom Ford.