Son muchas personas las que viven bajo una presión constante. Les gusta su trabajo, el celular es parte de su vida y están disponibles 24/7 de ser necesario. A esto se deben sumar la pareja, los hijos, los amigos, el deporte y los pasatiempos. ¿El problema? Querer cumplir con todo eso, sin respiro. Y es ahí cuando aparece el peligroso “burn on”.
El estrés provocado por esta sobrecarga crónica, puede ser muy dañino para la salud. Y los expertos encienden las alertas sobre este “burn on” que es cada vez más común en el mundo actual.
Los síntomas del “burnout” (síndrome del trabajador quemado) obedecen a agotamiento, disminución en el rendimiento y cinismo/distanciamiento mental en el trabajo. En cambio, cuando se trata del “burn on” existe una hiperexcitación con el trabajo, aclara Timo Schiele a DW, quien acuñó estos términos junto a Bert te Wildt, ambos de la clínica psicosomática del monasterio de Diessen am Ammersee, cerca de Münich, Alemania.
Además, aclaran al medio citado, que los síntomas del “burn on” son provocados por este estrés constante. E inicialmente pueden manifestar dolor de cuello, espalda, cabeza y bruxismo.
Al entrar en ese agotador estilo de vida, se desesperan, y es entonces cuando pierden la esperanza de mejorar. Ya no son realmente felices y comienzan las cuestionamientos sobre el sentido de su vida.
Los expertos consultados resaltan el hecho de que más allá de “las enfermedades psicológicas acompañantes y secundarias, como la depresión, la ansiedad o la adicción, también suponemos que los afectados pueden sufrir más fenómenos psicosomáticos como la hipertensión arterial y sus posibles consecuencias”, dice Schiele. Y la hipertensión arterial aumenta en amplio margen el riesgo de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
Una vida cotidiana cada vez más ajetreada, la competencia, problemas económicas o elevados costos de vida pueden aumentar significativamente el estrés. Y los casos de “burnout” aumentaron en un 20% en 2023, en comparación al año anterior.
Por su parte, Schiele explica que aquellas personas que sobrecargan sus vidas cotidianas, pero además quieren hacerlo todo bien, son aquellos más propensos a sufrir “burn on”.
Lo primero, de acuerdo a los expertos, es asumir el problema. Esto, porque generalmente aquellas personas apasionadas en su trabajo, suelen descuidarse personalmente en medio de ese estrés.
“Si esto se convierte en una condición permanente, nos sentimos más insatisfechos. Por eso parece importante detenerse una y otra vez y preguntarse: ¿qué importancia tienen las cosas con las que lleno mi vida cotidiana? ¿Estoy empleando mi energía en las áreas adecuadas para mí? Si no es así, es importante cambiar algo y comprobar qué pequeños espacios interiores y exteriores puedo crear para mí. Esto suele ser un gran paso”, explica el experto.
El cómo encontrar esa relajación necesaria, depende de cada personas y sus preferencias. Pero el común denominador es bajar el ritmo y calmarse. Y siempre será útil buscar ayuda profesional.
Por último, los especialistas coinciden en la importancia de asumirlo. Y es que por mucho tiempo el “burnout” fue considerada una enfermedad de moda, sin embargo, hasta la fecha, ninguna de las dos han sido definidas como enfermedades mentales independientes. Aún conociendo los efectos que tienen sobre la salud. De ahí la importancia de definir estos términos.
2 comentarios en "La diferencia entre “Burn on” y “burnout”: Cuando el estrés lleva a la depresión"