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Fue lo más visto por los chilenos el pasado fin de semana en Netflix. La adictiva miniserie Baby Reindeer tiene a todos enganchados con su trama intensa y emocionante, la que está basada en una historia real.
La serie se basa en la experiencia del comediante escocés Richard Gadd, y habla del acoso y de los traumas que esto conlleva.
En la miniserie, Gadd se llama Donny Dunn, quien se enfrenta al acoso de una mujer llamada Martha, obsesionada con él. Siendo comediante, Richard trabajaba en un bar y un gesto amable que tuvo hacia una desconocida se convirtió en una real pesadilla. Siendo acosado por años.
Lo perseguía a todas partes, le llenaba de correos electrónicos, le mandaba mensajes de voz, regalos truculentos y lo acosaba por Twitter. Todo esto se extendió durante cuatro años y medio, lo que hizo que Gadd tuviera que buscar ayuda y apoyo. A través de Baby Reindeer vemos una mirada muy íntima de esta traumática experiencia, deteniéndose en los efectos dramáticos de un acoso y que examina su propia complicidad en lo sucedido.
En medio de toda la angustia y el sufrimiento, Gadd se encontró con obstáculos legales y una falta de comprensión sobre la gravedad de la situación. Esto deja en evidencia lo que viven muchas víctimas de acoso, que a menudo se sienten desamparadas y desatendidas por el sistema. A medida que la historia avanza, vemos el impacto del trauma en la vida de Gadd y su proceso de sanación y recuperación. El enfrentamiento final entre Gadd y su acosadora, termina siendo uno de los momentos más poderosos de la serie.
Pero lo que hace distinta a Baby Reindeer de otros relatos de este tipo, es que Gadd muestra una profunda comprensión y empatía hacia su acosadora, reconociendo que esta es una forma de enfermedad mental y que Martha también es una víctima en cierto sentido.
La miniserie, más allá de lo truculenta y lo angustiante que es por momentos, termina siendo un testimonio de fuerza y de la capacidad de enfrentar demonios personales y encontrar un camino para sanar y perdonar.
