Si hay algo que es una realidad es que la Barquillería tuvo una dulce pandemia y un crecimiento explosivo. Por lo mismo, los socios a cargo comienzan este 2023 con nuevos desafíos por delante. Desde la puesta en marcha de una nueva fábrica y nuevos productos, hasta la apertura de tres locales propios. Y, por si fuera poco, el lanzamiento de una nueva imagen.
Pero vamos por partes…
Quienes los han probado saben que son, por definición, los barquillos más ricos de Chile. Sin embargo, quizás no saben que es una empresa que nació hace cinco años cuando a Juan Pablo del Sante y Gerardo Délano les ofrecieron comprar una antigua pastelería familiar en Vitacura, que era de la abuela de Gerardo. Los dos estaban desempleados y, sin pensarlo mucho, aceptaron. “Fue una decisión bien impulsiva”, cuenta Gerardo. “Pero al día siguiente nos instalamos con el antiguo cuaderno de recetas de mi abuela”.
En sus inicios también tuvieron que enfrentarse a desafíos. Uno de ellos, encontrarse con una pastelería donde todo se hacía a mano, los pedidos se tomaban por teléfono y se cerraba durante todo febrero y al almuerzo. “No sabíamos si mantener esa línea o renovarnos. Durante siete meses estuvimos a ciegas, continuando con lo que se hacía, pero perdiendo plata. Teníamos una persona que nos ayudaba en la cocina, pero no podíamos ni pagarnos los sueldos”, cuenta Gerardo.
Enfocarse en los barquillos…
Un día, la señora de Juan Pablo les preguntó por qué no hacían barquillos. Ambos estuvieron de acuerdo, empezaron a investigar y e hicieron las primeras pruebas. Eran barquillos rellenos de manjar y con las puntas con chocolate; simples y efectivos. Pero algo faltaba… los barquillos duraban muy poco. “Sabíamos que había una demanda, que el producto iba a ser exitoso. Teníamos un problema, pero no teníamos la solución”, cuenta Juan Pablo.
Un día Gerardo tuvo la gran idea de echarles chocolate solo en el interior y en las puntas, para mantener el sabor del barquillo, pero darle una capa que los protegiera. Partieron a la ferretería, y compraron todo lo que pensaron que les podía servir para echarles el chocolate en el interior. “Hicimos 20 y cada uno se llevó donde sus familias. Nadie lo podía creer. Nos decían que con esto la íbamos a romper”, cuenta Juan Pablo.
“Compramos cajas, compramos algunas máquinas y empezamos de a poco a formar el negocio. Partimos siempre probando a bajo costo y después invirtiendo. En estos cinco años el crecimiento ha sido muy orgánico, siempre creciendo y reinvirtiendo; primero tocamos la piscina con el dedo y después nos tiramos”, explican los socios.
Del boca a boca a una pandemia explosiva…
Lo que partió tímidamente en 2017, el 2019 se disparó. Gracias al boca a boca, los barquillos se convirtieron en un infaltable en las celebraciones, y con la llegada de la pandemia, la demanda se multiplicó. “La pandemia nos ayudó a consolidarnos”, cuenta Juan Pablo. “El 2020 crecimos un 120% con respecto al año anterior y el 2021 crecimos un 150% comparado con el 2020. Fue un hito clave”.
En paralelo, la pastelería también empezó a crecer, con nuevas tiendas en Santiago. Y el año pasado decidieron separar definitivamente las marcas. Por eso, este 2023 acaban de abrir la primera tienda de la Barquillería en Vitacura, en febrero abrirán en La Dehesa y en marzo estarán también con una tienda propia en Peñalolén.
A esto se suma otro gran paso: una nueva planta de producción de más de 800 m2, que ya está en construcción y que empezará a operar como fábrica a fines de marzo. Todo esto les permitirá crecer en la producción y además tener a todo el equipo en un mismo lugar.
Nuevos formatos y sabores
Desde hace un par de meses están trabajando también junto a un equipo para sacar nuevos sabores y formatos. “Se vienen cosas bien entretenidas e innovadoras. Nuestro lema es que lo rico es mejor si se comparte y eso es lo que queremos: estar en los mejores momentos de la vida de nuestros clientes”, cuentan.
Siguiendo esa línea, este año van a lanzar una nueva imagen corporativa, más renovado y juvenil. “Para nosotros, el secreto de nuestro éxito ha sido siempre estar atentos a las necesidades de los clientes y ser capaces de adaptarnos a sus necesidades. Lo segundo es tener un tremendo producto, un producto que es realmente extraordinario y que no ha cambiado nada de su receta original y, por último, siempre priorizar la marca por sobre la plata. Hemos dejado pasar muchos negocios que eran buenos en ese minuto, pero que en el largo plazo iban a perjudicar nuestra marca”, cuentan Gerardo y Juan Pablo.
En Instagram, @barquilleria. www.barquilleria.cl