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Más de un mes ha pasado desde la Met Gala y el polémico momento vivido en la alfombra roja, donde Kim Kardashian asistió con un vestido de Marilyn Monroe, que abrió debate en la industria de la moda.
Sin embargo, otro motivo que generó aún más controversia, fue el hecho de que la socialité admitió haber estado bajo una dieta muy estricta para bajar de peso y así entrar en el vestido, siendo acusada de dar un mensaje incorrecto.
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KK conversó con The New York Times al respecto, y señaló que aunque no pasó hambre para entrar en el vestido que Monroe usó en 1962 para cantarle Happy Birthday al presidente J.F Kennedy, era eso o nada. «No me maté de hambre, pero fui muy estricta».
«Para mí era importante alcanzar ese objetivo. Si no hubiera perdido el peso, simplemente no habría podido ir, lo que no habría importado», señaló. Además, comparto su baja de peso con la de Christian Bale, quien perdió casi 30 kilos en cuatro meses para su papel en El maquinista (2004).
«Para mí fue como: “Bueno, Christian Bale puede hacerlo para un papel en una película y eso es aceptable”. Incluso Renée Zellweger ganó peso para un papel. Para mí es lo mismo. No dije: “Hey, todo el mundo debería perder peso en un periodo corto de tiempo», aseguró.
