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Kevin Spacey, actor ganador de dos Oscar que llevaba casi tres años sin trabajar tras ser acusado de múltiples abusos sexuales, tiene un nuevo proyecto a la vista. A mediados del año pasado se supo que el también actor Franco Nero lo sumó a su próximo proyecto como director, L’uomo che disegnò Dio. Spacey cumple así un ciclo que empieza a resultar familiar: igual que Woody Allen, un poderoso personaje es acusado de conductas reprobables; pierde sus contratos de trabajo en Estados Unidos sin que haya una sentencia judicial en curso; se habla de linchamiento, y finalmente termina encontrando trabajo en Europa. Es un ejemplo, de hasta donde llega la cultura de la cancelación.
Este término ha sido uno de los conceptos más usados y recurrentes durante el último tiempo. Para algunos, significa el punto cúlmine de una deriva puritana que se ha ido fraguando durante los últimos tiempos: que alguien pueda perder su trabajo o su influencia por una opinión en redes sociales o acción inapropiada decretada por la opinión pública. Para otros, es un desesperado ejercicio de contrapoder en una sociedad cada vez más desigual. Como es inevitable que le vaya bien solo a los favorecidos por el sistema, los desfavorecidos intentan, por pura fuerza numérica y a través de las redes, hacer valer sus opiniones. Llamar la atención a los poderosos sobre asuntos sociales, por su falta de sensibilidad hacia mujeres, o hacia personas que no son blancas o al colectivo LGTBIQ.
En este resumen algo grueso, suceden los matices. Primero: si bien la justicia en manos de las minorías ha sido útil para cambiar la perspectiva social y enmendar ciertas injusticias históricas, no es infalible ni es inmune a excesos. Segundo: la cultura de la cancelación, tal y como la entienden quienes se consideran sus víctimas, prácticamente no existe. Ninguna figura importante ha perdido su trabajo o ha sido silenciado permanentemente por acusaciones inventadas por una masa cibernética. Cuando ha habido cancelaciones oficiales, como en el caso de Harvey Weinstein o del comediante Bill Cosby, estas no han sido a golpe de hashtags sino por sentencias judiciales: ambos fueron declarados culpables de múltiples violaciones y acoso sexual por jueces, luego de varias instancias. En otro lado están Kevin Spacey y Woody Allen, actor y director que siguen trabajando y que si quisieran dar una gran entrevista, difícilmente tardarían más de una hora en encontrar un medio interesado.
¿Qué alcance tiene realmente la cultura de la cancelación? ¿Es algo más que un mal rato en redes sociales? Quisimos repasar varios de estos casos. Algunos nacen de vincular el trabajo de un artista a su vida personal. Otros son casos de desplome de la popularidad. Vamos viendo caso por caso
Kevin Spacey
¿Por qué fue cancelado? Al parecer, lo del actor era uno de esos “secretos a voces” dentro de la industria que todo el mundo conoce pero del que nadie habla en voz alta. Cuando el New York Times se puso en contacto con Ethan Hawke para comunicarle que estaban investigando la mala conducta sexual de un individuo en Hollywood, su respuesta fue: “Bueno, ¿y sobre quién es? ¿Harvey Weinstein o Kevin Spacey?”. Se trataba del primero, pero los secretos del segundo no tardaron en ver la luz en el mismo año 2017. Anthony Rapp acusó al actor de haber abusado sexualmente de él cuando aún era menor, durante una fiesta en los años ochenta. El actor lanzó un comunicado diciendo que no recordaba lo ocurrido por culpa del alcohol y de paso declaraba ser homosexual. Después de esto, 15 hombres más confesaron actitudes similares que iban del acoso sexual en el trabajo a la violación, siendo en el momento de los hechos algunas presuntas víctimas menores de edad.
¿Qué pasó después? Spacey se convirtió en una de las cabezas más visibles de la cultura de la cancelación por el lado cultural. Fue despedido de la serie que protagonizaba, House of Cards, cuyos guiones tuvieron que ser reescritos a toda velocidad, y en Todo el dinero del mundo, una película que ya había rodado, el director Ridley Scott regrabó todas sus escenas sustituyéndolo por el veterano Christopher Plummer. La película sobre Gore Vidal que ya había rodado y estaba pendiente de estreno para 2018. La película que, para peor de males, se centraba en la relación entre un hombre maduro y poderoso y uno joven e inexperto, permanece en un cajón de Netflix sin estrenar. En 2019, la única denuncia ante la justicia a la que se enfrentaba, por presuntamente haber realizado tocamientos a un menor de edad que dijo ser adulto en un bar de Nantucket, fue desestimada. En septiembre de 2020, un cambio de la ley permitió que Anthony Rapp y otro hombre no identificado denunciaran a Spacey por haber abusado de ellos décadas atrás, cuando tenían 14 años. El caso está pendiente de resolución.
Durante estos años, apenas hemos tenido noticias laborales relacionadas con Kevin Spacey. Hollywood le dio la espalda, así hasta que el veterano actor Franco Nero anunció que fichaba a Spacey para su nueva película en la que aparecerá también su esposa, la célebre actriz Vanessa Redgrave. Ojo con el argumento: Spacey interpretará a un policía que investiga falsas acusaciones de abuso de menores.
Johnny Depp
¿Por qué fue cancelado? En 2018, la hoy ex-esposa de Depp, Amber Heard, lo acusó de haber abusado verbal y físicamente de ella durante su relación. A diferencia de otros casos de este listado, este sí implica denuncia oficial, no solo mediática y juicios cruzados -sobre violencia doméstica y difamación- aún pendientes de sentencia y que parece que se alargarán durante mucho tiempo. Hasta ahora, Depp perdió una demanda contra el diario The Sun por llamarlo “maltratador de esposas”.
¿Qué pasó después? En un primer momento, poco. La fama de Depp, uno de los actores más queridos y arraigados en la memoria sentimental del público, parecía demasiado potente como para tambalearse, pese a que el escándalo fue grande: fotos de los moretones que según Heard le había infligido su marido, videos y audios de insultos y agresiones. Ahora sí estamos asistiendo a las consecuencias: la productora Warner le pidió renunciar a su participación en las siguientes entregas de la precuela de Harry Potter, Animales fantásticos.
Disney anunció que tampoco contaría con el actor para las secuelas de Piratas del Caribe, pese a que su personaje, Jack Sparrow, era la estrella absoluta de la saga. Sus proyectos cinematográficos en este momento se reducen a poner voz a un ave parlante en una serie de dibujos animados.
J.K. Rowling
¿Por qué fue cancelada? El tema venía sonando desde hace algunos meses antes, pero en junio de 2020, la popularísima autora J. K. Rowling publicó un tuit donde se burlaba de la expresión “persona menstruante” en vez de “mujer”. Tras la polémica consiguiente, escribió en su cuenta en la red social: “Si el sexo no es real, no hay atracción por personas del mismo sexo. Si el sexo no es real, la realidad vivida por las mujeres a nivel mundial se borra. Conozco y amo a las personas trans, pero borrar el concepto de sexo les quita la capacidad a muchos de discutir sus vidas de manera significativa. No es odio decir la verdad”. Es parte del argumentario tránsfobo y se llamó al boicot hacia ella y su obra.
¿Qué pasó después? En julio pasado, la autora publicó junto a otros 150 escritores y académicos una carta abierta en Harper’s Magazine defendiendo “el debate abierto”. Variety señaló que los libreros notaron un descenso en las ventas de los libros de Harry Potter durante el verano. Desde entonces, las consecuencias han sido menores: una librería australiana retiró sus libros, y 1.500 escritores británicos firmaron un manifiesto contra sus opiniones, sin lograr demasiada repercusión. La autora publicó Troubled Blood (muy polémica por contener en su trama a un asesino que se viste de mujer para matar), el cual llegó al número uno de ventas en Inglaterra, sin embargo, salvo entrevistas grabadas de 2019, no aparece en el especial que acaba de estrenar HBO Max, sobre los 20 años del estreno de la versión cinematográfica de Harry Potter.
Aziz Ansari
¿Por qué fue cancelado? En enero de 2018 una mujer con seudónimo publicó un testimonio en la página feminista Babe.net en el que narraba una cita con Ansari. Relataba que habían salido a cenar y luego, en casa del actor, él había ignorado las indicaciones físicas y verbales de que ella no quería tener relaciones sexuales. La estuvo tocando hasta que ella le pidió que llamase un auto para regresar a casa. La historia era compleja porque incluía un momento en el que, de forma aparentemente consensuada, él le practicaba sexo oral, y de forma repetida insistía en continuar hacia otras prácticas, pese a que ella le decía que no. La joven terminaba su relato diciendo que había regresado a su casa llorando, sintiéndose como si la hubiesen violado. Lo que para algunos era una queja ridícula que equiparaba el abuso real con una “mala cita”, para otros era un ejemplo de las presiones cotidianas que sufren las mujeres para hacer algo que no desean, sobre todo en el plano sexual.
Ansari publicó una respuesta contando que se había sorprendido y preocupado cuando ella le escribió al día siguiente diciéndole que se había sentido incómoda, y que se tomaba muy en serio sus palabras. Coincidía además con que Ansari se presentaba como un firme aliado del movimiento #MeToo y lucía proclamas a favor del movimiento Time’s Up en entregas de premios. Incluso en un capítulo de Master of None había planteado una trama sobre un importante cocinero mediático que acosaba a las mujeres con las que trabajaba, lo que acababa repercutiendo de forma negativa en la carrera profesional del personaje de Ansari.
¿Qué pasó después? Los más críticos con el texto de Babe.net reclamaron que la carrera del comediante estaba siendo perjudicada por algo absurdo, aunque hablar de “destrucción” suena un tanto exagerado. Ansari mantuvo un perfil bajo durante el episodio, centrándose en hacer espectáculos de comedia en vivo, pero nunca desapareció del todo. En 2019, en un especial de comedia para Netflix —Aziz Ansari: Right Now—, aludía al tema de forma velada, y en el esperado regreso de su comedia estrella, Master of None, eligió que su personaje, hasta ahora protagonista, pasase a ser secundario, y cedió el peso de la trama a Denise, escritora lesbiana y negra.
Woody Allen
¿Por qué fue cancelado? En este caso, por varios episodios y se demoró a lo largo de décadas. Las primeras acusaciones vinieron de parte de Mia Farrow, que lo acusaba de haber abusado de la hija de ambos, Dylan, una afrenta que tuvo lugar a principios de los noventa en el contexto de la pelea por la custodia de los hijos en común de la pareja. Ya adulta, Dylan Farrow reiteró las acusaciones, que solo empezaron a tener consecuencias reales a raíz del #MeToo, en donde precisamente uno de los impulsores había sido su hermano Ronan Farrow. Allen siempre lo ha negado todo.
¿Qué pasó después? Se produjo una reacción en cadena de actores (sobre todo norteamericanos) que han trabajado con el director y que declaraban estar arrepentidos de haberlo hecho. Hachette anunció que no publicaría sus memorias, ya contratadas, después de una protesta de sus trabajadores contra la decisión editorial. A propósito de nada, su autobiografía, fue publicada en marzo de 2020 por Arcade en Estados Unidos, y traducida y publicada por Alianza Editorial al español. En 2019, Amazon canceló su contrato de cuatro películas con el director, por lo que él les demandó (finalmente llegaron a un acuerdo cuyos detalles no han trascendido). Allen sigue trabajando, ahora en Europa. La productora española Mediapro financió su siguiente película, Rifkin’s festival, rodada en San Sebastián con actores estadounidenses, franceses y españoles, y se ha anunciado que su siguiente proyecto se ambientará en París.
Plácido Domingo
¿Por qué fue cancelado? En agosto de 2019, hasta 27 mujeres -cantantes y bailarinas- denunciaron que Plácido Domingo las había acosado sexualmente de diversas maneras: tocamientos, promesas de ascenso profesional a cambio de sexo y represalias si ellas no cedían a sus avances, etc; en incidentes que datan de la década de los ochenta.
¿Qué pasó después? En un primer momento, el tenor negó las acusaciones declarando que “pensaba que todas mis interacciones y relaciones siempre fueron bienvenidas y consensuadas”, pero tuvo que dimitir del puesto de director de la Ópera de Los Ángeles y anular varios conciertos. En febrero de 2020 una investigación del sindicato de artistas líricos en Estados Unidos (AGMA) concluyó que sí había mantenido un comportamiento inapropiado y abusado de su poder. Entonces, Domingo emitió un comunicado en el que aseguraba que “acepto toda la responsabilidad de mis acciones”. Al mes siguiente, renunciaba a su puesto en el sindicato al tiempo que realizaba una donación de 500.000 dólares al mismo. Luego de haber sufrido de COVID-19, el tenor volvió a los escenarios durante la reapertura de los teatros y ha confirmado varias actuaciones en España.
