Katy Perry ha revolucionado a los medios norteamericanos al aparecer últimamente sin su espectacular anillo de compromiso, el que lleva luciendo en su dedo anular desde que su novio, el actor Orlando Bloom, le pidiera matrimonio en febrero de 2019. El hecho de que los planes de boda, aplazados por la pandemia y por el nacimiento de su hija, Daisy Dove, que cumplirá dos años en agosto, han hecho sospechar de que hay problemas en la pareja.
Sin embargo, la cantante ha querido poner paños fríos a los rumores de crisis en la relación y ha admitido que, como en todas las parejas, también tienen sus altos y bajos, pero que no se han separado. Y hay más, porque la intérprete de Roar y Firework junto al actor de Piratas del Caribe y El Señor de los Anillos están asistiendo a terapia de pareja para superar sus problemas. Así lo ha revelado la propia Perry en una entrevista en el podcast de la periodista Chelsea Handler. La estrella del pop ha explicado que habían llegado a un punto de su amor en el que solo eran capaces de ver lo peor del otro y no de quien se enamoraron. Por eso y porque querían salvar su relación comenzaron a ir a un especialista. “Orlando y yo estamos yendo a terapia de pareja. Nos está encantando porque nos mantiene en sintonía”, ha confesado la cantante.
Los principales problemas que ha destacado Katy son sus apretadísimas agendas, lo que les ha impedido pasar tiempo de calidad juntos, y que los momentos que comparten juntos son para la crianza de su hija, Daisy Dove, pero no para hacer seguir creciendo su amor. “El resentimiento del uno hacia el otro y viceversa puede volverse muy fuerte cuando los dos estamos trabajando tan duro. Y, aunque agradezco a Dios por haber tenido éxito y estar en el centro de atención, cuando quieres volver a ser normal en el ámbito doméstico donde tienes una hija y cosas así, tienes que aprender a ser diferente. Tanto en gran y en pequeña escala. Y creo que estamos teniendo mucho éxito con esto”, ha contado.
A juzgar por lo que cuenta la propia cantante, todo parece indicar que por ahora han postergado los planes de boda hasta que vuelvan a tener la relación deseada por ambos. Y aunque cuenta que la terapia de pareja les está ayudando mucho, ha evitado dar explicaciones de por qué ha dejado de usar su anillo de compromiso. En febrero del 2019, Katy Perry y Orlando Bloom anunciaron que se habían comprometido luego de comenzar a salir en 2016. Su plan era casarse a finales de ese año, pero por problemas de logística y la pandemia por el COVID-19 postergaron su enlace hasta inicios del 2020. Pero entonces la artista se quedó embarazada y volvieron a aplazar el enlace.
Hace unos días, Katy también respondió sin rodeos a la pregunta de si desea volver a ser madre. La artista californiana dejó claro que por ahora solo tiene en su cabeza sacar el máximo partido a su residencia de conciertos en Las Vegas: “Estoy en Las Vegas, y no puedo hacer un show con algo dentro de mi barriga. Especialmente un ser humano”, dijo en una entrevista con el programa Entertainment Tonight, antes de contar que su hija se ha convertido en toda una señorita, a la que le encanta correr, jugar con sus pinturas y, sobre todo, expresar el amor que siente por sus seres queridos.