Kate Winslet vuelve a la conversación cinematográfica desde un lugar distinto: por primera vez, detrás de la cámara. La actriz británica debuta como directora con Goodbye June, un drama íntimo ambientado en los días previos a Navidad que ya está disponible en Netflix, a partir de hoy.
Lejos de la postal festiva tradicional, la película utiliza esa época del año como marco emocional para una historia atravesada por la pérdida, las tensiones familiares y los vínculos que se reactivan cuando el tiempo se vuelve escaso.
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En el centro de Goodbye June está una familia británica que no ha compartido la Navidad en mucho tiempo. La razón es el rápido deterioro de June, la madre y matriarca, tras años de tratamiento contra el cáncer.
A medida que sus cuatro hijos adultos llegan al hospital con sus propias familias, la cuenta regresiva hacia el 25 de diciembre coincide con los últimos días de vida de su madre. La historia se despliega en ese espacio suspendido, donde viejos conflictos resurgen y las jerarquías familiares se vuelven frágiles.
Goodbye June también es una obra familiar fuera de la ficción. El guion fue escrito por Joe Anders, hijo de Winslet, e inspirado en parte en la muerte de la madre de la actriz, ocurrida cuando él tenía 13 años. Anders, hoy de 22, comenzó a escribir el texto como parte de un curso de guionismo. Al leer una primera versión, Winslet le propuso ayudarlo a convertirla en película y sumarse al elencos según reveló The New York Times.
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Durante un año, el guion fue reescrito y ajustado, incluyendo la decisión de situar la historia en Navidad. Cuando llegó el momento de definir quién dirigiría el proyecto, Winslet no dudó. “Simplemente no pude soltarlo”, confesó al NYT. Tras años escuchando que debía dar el salto a la dirección, el guion de su hijo le pareció el punto de partida ideal. “Un guionista debutante y una directora debutante haciendo esto juntos como iguales, como colegas”, señaló.
La película reúne a un elenco de primer nivel. Helen Mirren interpreta a June; Toni Collette encarna a Helen, la hija mayor, impredecible y emocionalmente inestable; Winslet da vida a Julia, eficiente y económicamente generosa, distanciada desde hace años de su hermana menor Molly, interpretada por Andrea Riseborough; Johnny Flynn completa el grupo de hermanos como Connor, un personaje ansioso y sensible; mientras Timothy Spall interpreta al padre.
Connor es, quizás, el reflejo más crudo del impacto emocional del contexto. Para Flynn, el personaje tiene una carga autobiográfica: su padre murió de cáncer cuando él tenía 18 años. “Hay bastante de mí mismo en Connor, mientras que no siempre se me permite ser tan vulnerable en los personajes que interpreto”, explicó el actor. En la historia, “está teniendo una especie de colapso”, rodeado por peleas, un padre ausente y la inminencia de la muerte de su madre.
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Esa vulnerabilidad marcó el rodaje. Flynn describió la experiencia como “muy personal”. Y reconoció que, aunque dolorosa, fue transformadora: “por doloroso que fuera sostener ese espacio emocional, fue una experiencia muy poderosa”. También destacó el enfoque de Winslet como directora, a quien definió como “llena de compasión por nuestro proceso”.
Andrea Riseborough resume el tono del film con claridad. Goodbye June muestra cómo, durante una pérdida, conviven “algunos de los momentos más aterradores y también algunos de los más histéricamente divertidos”. Incluso en medio del drama, hay espacio para el humor absurdo, mientras los doctores anuncian que ha llegado el momento de suspender el tratamiento.
La película se estrenó en cines estadounidenses la semana pasada y hoy en Netflix, marcando oficialmente el debut de Kate Winslet como directora y sumando un nuevo capítulo, profundamente personal, a su trayectoria en la industria cinematográfica.