Se dice que la duquesa de Cambridge pasa mucho tiempo con sus tres hijos, los príncipes George (7) y Louis (2), y la princesa Charlotte (5). También que está muy involucrada en su educación –incluso en el homeschooling de estos últimos meses–. Y que con ellos le gusta disfrutar mucho de la naturaleza, tal como ella lo hacía con sus hermanos James y Pippa en su casa en Berkshire. Y es que, al momento de ser mamá, Kate Middleton, de 39 años, ha seguido bastante el patrón de su familia y el de su madre, Carole, quien junto a su marido Michael son abuelos sumamente presentes. Ahora, también es sabido que es una fan de los abrazos, muy al estilo lady Di en su relación con los príncipes William y Harry. A fin de cuentas, la princesa de Gales se la jugó porque sus hijos, pese a ser niños de la realeza, vivieran una infancia lo más normal posible, y Kate ha seguido su ejemplo.
Así, con tres hijos pequeños, la vida de los duques de Cambridge gira en torno a una crianza cercana –donde han dicho que también les enseñan mucho los valores de la honestidad, el respeto y la amabilidad– y a sus compromisos como miembros “senior” de la familia real británica, a tono con el hecho de que el príncipe William, al cierre de esta edición, es el segundo en la línea de sucesión al trono.
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Un matrimonio que desde que se casó en la Abadía de Westminster, el 29 de abril de 2011, no ha dado grandes sorpresas –ni menos escándalos de su parte– y responde correctamente a todo lo que se espera de ellos. Además, de los descendientes de la reina Isabel II y el fallecido duque de Edimburgo, William y Kate –que no ha tenido embarazos fáciles, ya que siempre ha sufrido de hiperémesis gravídica en los primeros meses– son los que más hijos tienen hasta el momento; el resto de los Windsor no ha tenido más de dos.
El estilo sin errores de la duquesa es una constante y, sin duda, es de gran ayuda para el papel del príncipe William. De hecho, bastó con observarla el 17 de abril, en el funeral del duque de Edimburgo en la Capilla de St. George, cuando llevó un vestido negro que apenas se vio bajo un precioso abrigo de la diseñadora Catherine Walker, con un coqueto lazo superior. El tocado fue de Philip Treacy y la cartera de mano de Jimmy Choo. Sin embargo, lo más comentado fue el collar de perlas, de la reina Isabel II, que la duquesa llevó para homenajear al príncipe Felipe. Fue el mismo que la soberana lució para celebrar sus 70 años de matrimonio.
Pero volviendo a Kate “mamá”, hay que destacar que entre los británicos ha pasado a ser un referente que ha ido más allá del Palacio de Kensington, porque el cuidado y desarrollo de los niños en su primera infancia es una de sus principales causas. Es ahí donde ella ve el futuro de la sociedad.
A comienzos de 2020, antes de que se desatara la pandemia, Kate lideró una de las encuestas más grandes del Reino Unido: Cinco grandes preguntas sobre los menores de cinco años. Un estudio que en el que, pese a todas las dificultades, participaron de manera inédita más de medio millón de personas.
Esa investigación es la base de Early Years, uno de los principales proyectos de la Royal Foundation, que dirige junto al príncipe William, donde se dice que “la duquesa de Cambridge ha impulsado nuestro trabajo, apoyando a las personas más jóvenes de la sociedad. Se ha centrado en las familias, la adicción, los cuidados paliativos y ahora encabeza nuestro trabajo en Early Years”.
En enero de este 2021, con los resultados de la encuesta y muchas actividades online, se desarrolló el evento digital. Lo que el Reino Unido piensa sobre los primeros años. El discurso de apertura estuvo a cargo de la duquesa, e hizo hincapié en la relevancia de que todos los miembros de la sociedad se involucren en la formación de los primeros años de vida de los niños.
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“La pandemia”, expresó, “nos ha recordado cuánto valoramos vivir en un mundo donde las personas se preocupan unas por otras y la importancia de sentirse conectados con los que nos rodean. Y son estas conexiones, estas relaciones, las que se fundan en los primeros años de nuestras vidas. La gente a menudo pregunta por qué me preocupo tanto por esta etapa y muchos creen erróneamente que mi interés proviene de tener mis propios hijos. Si bien, por supuesto, me preocupo enormemente por ellos, la paternidad no es un requisito previo para comprender la importancia de los primeros años de vida. Si solo esperamos que las personas se interesen en los primeros años cuando tienen hijos, no solo llegaremos demasiado tarde para ellos, sino que estaremos subestimando el gran papel que otros también pueden desempeñar en la configuración de los años más formativos”.
“Durante la última década”, continuó, “como muchos de ustedes, he conocido a personas de todos los ámbitos de la vida. He visto que experiencias como la falta de vivienda, la adicción y la mala salud mental a menudo se basan en una infancia difícil. Pero también he visto cómo los factores protectores positivos en los primeros años pueden desempeñar un papel fundamental en la configuración de nuestro futuro. Y me preocupo mucho por esto. Porque la ciencia muestra que los primeros años son fundamentales para la salud y la felicidad del futuro, más que cualquier otro período de nuestra vida. Por lo tanto, los primeros años no se tratan simplemente de cómo criamos a nuestros hijos. De hecho, se tratan de cómo criamos a la próxima generación de adultos, y de la sociedad en la que nos convertiremos”.