Kate Middleton protagonizó uno de los momentos más llamativos del calendario real al aparecer con la tiara más imponente que ha llevado hasta ahora. La princesa de Gales formó parte del banquete de Estado ofrecido en el Castillo de Windsor, una velada que celebró la visita oficial del presidente alemán Frank-Walter Steinmeier al Reino Unido y que reunió a los principales miembros de la familia real bajo un estricto código de gala.
Kate debutó la Tiara Oriental Circlet de la reina Victoria, una pieza emblemática diseñada en 1853 bajo la dirección del príncipe Albert. La elección no pasó inadvertida: al tratarse de una joya vinculada a un consorte de origen alemán, se interpretó como un gesto de cortesía hacia los invitados de honor.
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Kate complementó la pieza con un vestido azul de Jenny Packham y aros que pertenecieron a la reina Isabel II, además de la Royal Family Order y la banda y estrella de la Royal Victorian Order. Según la información disponible, esta tiara contiene 2.600 diamantes y originalmente estaba engastada con ópalos, aunque más tarde la reina Alexandra los reemplazó por rubíes. Es también la primera vez que se ve en público desde que Isabel II la usó en Malta en 2005.
El banquete de Estado contó con la presencia del rey Carlos III, la reina Camilla, el príncipe William y miembros destacados de la familia como la princesa Ana, el príncipe Eduardo y Sofia, duquesa de Edimburgo. Entre los invitados internacionales estuvieron la modelo Claudia Schiffer, conocida actualmente como Lady Vaughn, el compositor Hans Zimmer y el autor infantil Axel Scheffler.
La puesta en escena mantuvo la tradición de St. George’s Hall, aunque esta vez incorporó un elemento excepcional: un árbol de Navidad completamente decorado, que añadió un guiño festivo a la recepción. Según People, uno de los vinos seleccionados para la noche, fue un Chateau la Fleur-Petrus, Pomerol, cosecha 1995, año en que el presidente alemán y su esposa celebraron su matrimonio.
La participación de Kate en esta cita ocurre en un momento significativo para su agenda pública, luego de haberse mantenido alejada durante gran parte de 2024 mientras atravesaba un tratamiento contra el cáncer, del cual anunció en enero que estaba en remisión. Su presencia en el banquete alemán sumó además un hito personal: este fue su tercer momento con tiara en 2025 y, hasta ahora, el más imponente de su trayectoria como princesa de Gales.
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