El “efecto Kate Middleton” está a punto de alcanzar un nuevo nivel de oficialidad. Desde 2010, en su compromiso con el príncipe William, Kate ha demostrado tener un toque mágico para catapultar marcas al éxito.
Ahora, según The Times, la princesa de Gales podría llevar su influencia un paso más allá al otorgar royal warrants (órdenes reales), el codiciado sello de aprobación real que los miembros sénior de la familia real conceden a marcas británicas que apoyan.
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Si esto sucede, sería un hecho histórico. Ninguna princesa de Gales ha otorgado un royal warrant desde 1910. La última en hacerlo fue la futura Reina Mary, antes de que su esposo, Jorge V, ascendiera al trono hace más de un siglo.
Aún no hay fechas definidas para que Kate y William comiencen a conceder estos sellos, pero fuentes cercanas a la princesa aseguran que ella está más que lista para tomar la iniciativa.
“Está interesada en reconocer las habilidades y la industria británica”, según declararon a The Times. Para quienes no están familiarizados, los royal warrants se otorgan por cinco años a empresas cuyos productos son adquiridos por la casa real.
Estas marcas no solo reciben un reconocimiento comercial, sino que también se convierten en miembros de la Asociación de Titulares de Royal Warrants y pueden utilizar el escudo real en sus productos.
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Por ejemplo, el mes pasado, la Reina consorte Camila otorgó warrants a su facialista, la diseñadora de su vestido de bodas y su peluquero de confianza durante 30 años.
Y si alguien sabe de impacto comercial, es Kate. Como recordó Nicola Pink, fundadora de la firma de relaciones públicas We Are Pink, a The Times: “Hemos visto cómo la Princesa de Gales tiene un impacto enorme en las marcas”.
“A menudo referido como ‘el efecto Kate’. Lo que lo hace tan poderoso es que siempre ha parecido genuino: elige marcas que realmente le gustan o quiere apoyar”, señaló Pink.
Un ejemplo claro de este poderío es Catherine Zoraida, una diseñadora de joyas británica cuyos pendientes han sido usados por Kate en numerosas ocasiones. Según Zoraida, cada vez que Kate luce una de sus creaciones, las ventas se disparan en un 500 %. “Es una locura”, confesó.
Por ahora, la decisión final recae en el rey Carlos III, quien como monarca reinante decide quiénes de la familia real pueden otorgar estos sellos. Pero una cosa es segura: Si Kate comienza a conceder royal warrants, no solo reforzaría su ya poderosa influencia en la moda y el comercio. Sino que también ayudaría a consolidar el legado de la futura Reina.